El Gobierno aprobó este viernes la fusión entre Cablevisión, del Grupo Clarín, y Telecom, del mexicano David Martínez, dando origen a un gigante de las telecomunicaciones con un valor de mercado que ronda los 11.000 millones de dólares.
Para aprobar la operación, la Comisión de Nacional de Defensa de la Competencia ordenó la venta de activos en banda ancha fija e impuso obligaciones a Telecom. La resolución de la Secretaría de Comercio obliga a transferir negocios de banda ancha fija en 28 localidades del interior del país donde la situación de competencia se podría ver afectada.
Además, estipuló una demora de entre seis meses y doce meses, según la región, para que la nueva compañía fusionada pueda brindar sus servicios a través de la modalidad cuádruple play.
Luego de cumplir un proceso de investigación y análisis durante casi 10 meses, Defensa de la Competencia emitió su dictamen estableciendo remedios y obligaciones para garantizar condiciones de competencia en los distintos servicios involucrados en todo el país y realizando recomendaciones a la autoridad regulatoria, el ENACOM.
El dictamen establece limitaciones a la operación de fusión que garanticen el cuidado de los derechos del consumidor y que, en línea con las tendencias internacionales, promuevan las inversiones y el desarrollo tecnológico del sector.
La fusión habría generado problemas de competencia en localidades donde Cablevisión y Telecom eran las únicas empresas con despliegue de red fija. Por esa razón, la empresa fusionada se debe desprender de 143.464 clientes de ese servicio en 28 localidades de cinco provincias: Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe. Esta cifra representa el 9% del total de clientes residenciales de Arnet y una facturación anual de aproximadamente 500 millones de pesos. Esa cartera de clientes es vendida a una empresa que ingresará como nuevo operador en esos mercados.
El dictamen obliga también a Telecom a proveer servicios mayoristas de internet residencial mediante una oferta de referencia, para que otros operadores puedan prestar el servicio usando la red de Telecom. De este modo se elimina la barrera de entrada que representaba la obligación de realizar un tendido de red propia para poder comercializar el servicio.
En materia de cuádruple play, para evitar las ventajas de ser el primer operador en ofrecer el servicio, la CNDC obliga a la empresa fusionada a evitar empaquetar sus servicios por un plazo que puede ser de seis o doce meses, según la región. De esta manera, los competidores cuentan con más tiempo para invertir o asociarse para proveer servicios múltiples junto con otro proveedor.