Los médicos que tratan al ex presidente deberán entregar un informe sobre su salud antes del 20 de agosto
El juicio por corrupción al ex presidente sudafricano Jacob Zuma, que iba a retomarse este martes, fue aplazado al 9 de septiembre por motivos de salud, menos de una semana después de que fuera trasladado de la prisión a un hospital para pruebas médicas.
El juez Piet Koen, del Tribunal Supremo de la provincia de Kwa-Zului Natal, dijo hoy que los médicos que tratan a Zuma deberán entregar un informe sobre su salud antes del 20 de agosto. El magistrado agregó que ordenó al Estado que nombre a un médico de su elección para examinar al exmandatario, de 79 años.
Dali Mpofu, uno de los abogados de Zuma, destacó que el aplazamiento fue acordado por todas las partes y manifestó que no creía que el informe médico «tarde más de una semana» en ser presentado, informó la agencia de noticias Europa Press.
El exmandatario fue encarcelado en julio tras ser condenado a 15 meses de cárcel por desacato ante una comisión que le investiga por corrupción. Su encarcelamiento derivó en una ola de protestas en dos provincias de Sudáfrica, entre ellas Kwa-Zului Natal, de donde Zuma es oriundo, con enfrentamientos, disturbios y saqueos y varios cientos de muertos como resultado.
Zuma es el primer presidente de Sudáfrica que es condenado a prisión desde que su expartido Congreso Nacional Africano (ANC) se hizo con el poder en 1994 tras el fin del sistema de segregación racial del Apartheid impuesto por la minoría blanca.
Zuma lideró el ANC entre 2007 y 2017, cuando fue apartado en un consejo interno por su vicepresidente y actual presidente, Cyril Ramaphosa. La decisión se siguió de varios meses de creciente presión sobre Zuma para que renunciara a la Presidencia, que culminaron con su «destitución» no vinculante como mandatario por parte del ANC.
Enfrentado a una moción de censura en el Parlamento ante la negativa a cumplir con el dictado del partido, Zuma anunció su renuncia el 14 de febrero de 2018, y al día siguiente fue reemplazado por Ramaphosa.
La caída de Zuma tuvo lugar en medio de la indignación popular por el peso de la familia Gupta, de origen indio, en la economía y la política del país africano. Esas acusaciones fueron recogidas en un informe de la ex Defensora Pública sudafricana –figura equivalente al Defensor del Pueblo– Thuli Madonsela titulado ‘La captura del Estado’.