Cuatro fiscales del Ministerio Público de la Acusación apelaron la cuestionada resolución del juez Rodolfo Mingarini y pidieron la prisión preventiva del acusado
Cuatro fiscales apelaron la resolución de un juez de primera instancia de Santa Fe, por considerar que empleó un «razonamiento sin perspectiva de género» al liberar a un acusado de abuso sexual porque se había colocado un preservativo, entre otros argumentos, informaron hoy voceros judiciales.
El escrito de apelación fue presentado por los fiscales Celeste Minniti, Alejandra Del Río Ayala, Matías Broggi y Roberto Olcese, quienes solicitaron la prisión preventiva del imputado que fue liberado por el juez Rodolfo Mingarini en una audiencia de prisión preventiva.
Los fiscales del Ministerio Público de la Acusación criticaron varios párrafos del fallo del magistrado, entre ellos los que aluden al tipo de violencia que pudo ejercer el acusado.
En ese sentido, indicaron que algunas frases de Mingarini representan «una referencia implícita a una exigencia de que la violencia desplegada sea de cierta magnitud» y aclaran que «la tipificación penal no establece en ningún sentido una exigencia de magnitud, ni tampoco la persistencia o continuidad de la violencia que se despliega».
«El tipo penal no exige resistencia alguna. Menos aún, podría exigir una resistencia en todo momento, heroica, continua, hasta el último aliento de la víctima, que sí es la que parece estar exigiendo el juez, por lo que es perfectamente posible colocarse un preservativo en circunstancias como las descriptas», añade el escrito de los fiscales.
También menciona que el magistrado «olvida que (la víctima) puede haber quedado paralizada por el miedo o que puede haber reaccionado de cualquier otra forma, ya que no existe una única reacción, menos aún una reacción correcta, al igual que no existe una única víctima».
La apelación de los fiscales pretende revertir la decisión del juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) Mingarini, quien en abril pasado liberó al acusado por no poder «relacionar ni entrar en la lógica» de cómo fue que se colocó un profiláctico cuando estaba sometiendo a la víctima, y expresó que no hay «suficiente evidencia» para determinar que la relación fue forzada.
El magistrado también valoró que el imputado «se presenta voluntaria y espontáneamente y sin ser acompañado por ningún profesional ni de confianza ni asistido por la defensa pública porque precisamente había tomado conocimiento que estaba tratando el personal policial de ubicarlo”.