El secretario general de los Municipales de Rosario apuntó contra la falta de diálogo salarial, cuestionó al gobierno nacional y acusó a la provincia de “inclinarse ante el ajuste”
El secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, Antonio Ratner, volvió a cargar contra las consecuencias del ajuste económico que impulsa el gobierno de Javier Milei y denunció la creciente pérdida de poder adquisitivo en el sector público. “Tenemos un aumento del 5,4% con una inflación acumulada del 9% solo en el primer trimestre. Así no hay discusión salarial posible”, expresó en declaraciones a Radio UNR.
Para Ratner, el desmantelamiento del Estado tiene un impacto directo en el salario, el empleo y la vida cotidiana de millones de argentinos. “Quienes pertenecemos al sector público somos los que más sufrimos el ajuste, al igual que los jubilados. Formamos parte del 25% del recorte que el gobierno nacional ejecuta para cumplir con el FMI”, advirtió.
El dirigente gremial denunció la falta de una verdadera negociación paritaria en Santa Fe. “Hoy no existen las paritarias como tal. Es una reunión donde uno propone y el otro escucha. Si alguien protesta, lo disciplinan con descuentos por paro. Eso no es diálogo, es imposición”, señaló.
Ratner también se refirió a la postura de la administración de Maximiliano Pullaro, a la que acusó de alinearse con la Casa Rosada. “Tenemos un gobernador que ya dijo que no se va a alejar de lo que pretende el gobierno nacional. La provincia se inclina ante la política de ajuste. Acá podés ser sumiso o un traidor”, sostuvo con dureza.
Respecto al impacto social de la crisis, el titular de los municipales remarcó que “Rosario es una ciudad del trabajo y hoy no hay expectativas. El 50% de los jóvenes está bajo la línea de la pobreza y no se ve un horizonte de crecimiento, ni en los salarios ni en el empleo”.
A pesar del difícil escenario, Ratner valoró los intentos de unidad sindical que se están gestando en la ciudad: “En Rosario nos organizamos en una Intersindical con más de 30 gremios y debatimos junto a organizaciones sociales cómo enfrentar este modelo que destruye el trabajo. El gobierno nacional necesita un movimiento obrero dividido, pero en nuestra ciudad estamos construyendo respuestas colectivas”.
