Ciertos factores del estilo de vida, especialmente los más habituales, pueden favorecer la inflamación.
Hay ocasiones donde el uso de antiinflamatorios es muy recomendable. Los antiinflamatorios naturales o no, recuperan el flujo sanguíneo normal y reduce la inflamación, además del dolor.
La inflamación es la respuesta natural del organismo a una lesión o infección, y suele causar enrojecimiento, hinchazón, dolor o calor localizados. Puede provocar la pérdida de la función de los tejidos afectados. La inflamación aguda suele ser una respuesta protectora y localizada a una infección o lesión. Está diseñada para curar el cuerpo y restaurar la función normal de los tejidos.
La inflamación de las articulaciones, incluida la rigidez y la hinchazón, son síntomas comunes de la artritis.
Si la inflamación persiste durante un periodo de tiempo prolongado, se convierte en una inflamación crónica. Esta puede ser el resultado de una infección, una reacción autoinmune o una alergia.
¿Qué causa la inflamación?
Ciertos factores del estilo de vida, especialmente los más habituales, pueden favorecer la inflamación.
El consumo de grandes cantidades de azúcar y jarabe de maíz con alto contenido de fructosa es especialmente perjudicial. Puede provocar resistencia a la insulina, diabetes y obesidad.
Los científicos también han planteado la hipótesis de que consumir muchos carbohidratos refinados, como el pan blanco, puede contribuir a la inflamación, la resistencia a la insulina y la obesidad.
Además, se ha demostrado que el consumo de alimentos procesados y envasados que contienen grasas trans favorece la inflamación y daña las células endoteliales que recubren las arterias.
Los aceites vegetales usados en muchos alimentos procesados son otro posible culpable. Su consumo habitual puede provocar un desequilibrio entre los ácidos grasos omega-6 y los omega-3, lo que, según algunos científicos, puede favorecer la inflamación.
El consumo excesivo de alcohol y carne procesada también puede tener efectos inflamatorios en el organismo.
Además, un estilo de vida sedentario, que incluye estar mucho tiempo sentado es un factor no dietético importante que puede promover la inflamación.
Alimentos que hay que evitar
Algunos alimentos están asociados a un mayor riesgo de inflamación crónica. Considera la posibilidad de reducirlos o eliminarlos por completo:
Bebidas azucaradas: Bebidas azucaradas y zumos de frutas.
Carbohidratos refinados: Pan blanco, pasta blanca, etc.
Postres: Galletas, caramelos, pasteles y helados.
Carne procesada: perritos calientes, mortadela, salchichas, etc.
Aperitivos procesados: Galletas saladas, patatas fritas…
Algunos aceites: Aceites vegetales y de semillas procesados, como el de soja y el de maíz.
Grasas trans: Alimentos con ingredientes parcialmente hidrogenados.
Alcohol: Consumo excesivo de alcohol.
Alimentos y especias antiinflamatorias.
Algunos alimentos han sido identificados como antiinflamatorios naturales. Pueden ayudar a reducir la inflamación crónica y el dolor. Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado, algunos frutos secos e incluso el chocolate han sido reconocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
Las investigaciones sobre la eficacia de estos alimentos para reducir la inflamación en el cuerpo son variadas, pero prometedoras. Una forma fácil de incorporar antiinflamatorios naturales a la dieta es mediante el uso de especias.
El uso prolongado de antiinflamatorios farmacéuticos tiene a la larga efectos secundarios, como pueden ser irritabilidad para la pared del estómago, úlceras y hemorragias gástricas, descalcificación, osteoporosis, irritabilidad, obesidad, diabetes mellitus. Además, a las personas alérgicas a este tipo de medicamentos les pueden provocar erupciones, fiebre, migrañas, mareos, vómitos, entre otros.
Dentro de las plantas medicinales, encontramos muchas con propiedades antiinflamatorias. Depende del tejido afectado se usará una u otra. Para esto, necesitarás el asesoramiento de un médico.
Aceite de oliva
El aceite de oliva tiene grandes propiedades antiinflamatorias.
El aceite de oliva virgen extra puede reducir la inflamación, lo que puede ser una de las principales razones de sus beneficios para la salud.
Los principales efectos antiinflamatorios naturales están mediados por los antioxidantes. Entre ellos destaca el oleocanthal, que se ha demostrado que funciona de forma similar al ibuprofeno, un medicamento antiinflamatorio.
Algunos científicos estiman que el oleocanthal de 50 ml de aceite de oliva virgen extra tiene un efecto similar al 10% de la dosis de ibuprofeno para adultos.
Las investigaciones también sugieren que el ácido oleico, el principal ácido graso del aceite de oliva, puede reducir los niveles de importantes marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR).
Un estudio también demostró que los antioxidantes del aceite de oliva pueden inhibir algunos genes y proteínas que impulsan la inflamación.
Aguacate
Los aguacates son una gran fuente de grasas monoinsaturadas saludables y antioxidantes, que pueden amortiguar la respuesta inflamatoria de tu cuerpo.
De hecho, las propiedades antiinflamatorias de los aguacates son tan potentes que pueden contrarrestar las opciones alimentarias menos saludables.
Ajo
Se ha demostrado que las propiedades antiinflamatorias del ajo alivian los síntomas de la artritis. Un poco de ajo puede ser muy útil. Usa el ajo fresco en casi cualquier plato salado para obtener más sabor y beneficios para la salud.
Si el sabor es demasiado para ti, tuesta una cabeza de ajo para obtener un sabor más dulce y suave.
Aloe Vera
El aloe vera es un eficaz antiinflamatorio. Inhibe la vía de la ciclooxigenasa y disminuye la producción de prostaglandina E2 a partir del ácido araquidónico.
Además, dado que la inflamación suele estar causada por el daño oxidativo debido a los radicales libres, el aloe vera actúa como un antioxidante que combate los radicales libres.
Apio
El apio y las semillas de apio tienen aproximadamente 25 compuestos antiinflamatorios naturales que pueden ofrecer protección contra la inflamación en el cuerpo.
Arándanos
Estos pequeños superalimentos pueden ser muy potentes a la hora de reducir la inflamación.
Los arándanos están llenos de vitaminas y antioxidantes llamados flavonoides que pueden ayudar a combatir la inflamación. También tienen sustancias que ayudan a regular tu sistema inmunológico, lo que puede reducir la inflamación crónica.
Arnica
La arnica es conocida por sus propiedades antiinflamatorias. Contiene muchos compuestos que combaten la inflamación, como las lactonas sesquiterpénicas, los flavonoides y los ácidos fenólicos. Por ello, se cree que ayuda a controlar el dolor.
En un estudio de revisión de 2014, se descubrió que la aplicación de gel de arnica tópica era tan eficaz como el ibuprofeno tópico, un analgésico común, para reducir el dolor de la osteoartritis y mejorar la función física.
Otro estudio de 2003 descubrió que tomar 5 pastillas de arnica D30 dos veces al día mejoraba significativamente el dolor muscular.
Ashwagandha
La ashwagandha contiene compuestos, entre ellos la WA, que pueden ayudar a reducir la inflamación del organismo.
Los estudios en animales han demostrado que el WA también puede ayudar a reducir los niveles de proteínas inflamatorias como la interleucina-10 (IL-10) .
Hay algunas pruebas de que la ashwagandha puede ayudar a reducir los marcadores inflamatorios en los seres humanos también.
Boniato
Los boniatos contienen una cantidad importante de vitaminas, la mayoría de las cuales tienen potentes propiedades antiinflamatorias. Los estudios realizados con el boniato morado han demostrado de forma concluyente que los extractos de la variante vegetal tenían la capacidad de inhibir la producción de componentes inflamatorios activos en el organismo.
Además, los boniatos tienen una alta concentración de colina, que es un nutriente muy versátil. Uno de los principales beneficios de la colina es que reduce las respuestas inflamatorias en el organismo, lo que se traduce en una menor inflamación.
Brócoli
El brócoli y otras verduras de la familia de las crucíferas tienen un alto contenido de vitamina K. Algunas investigaciones sugieren que la vitamina K puede ayudar a regular la inflamación en el cuerpo al afectar hasta 14 causas diferentes de inflamación.
Caléndula
Los coloridos pétalos son ricos en flavonoides, compuestos naturales que se encuentran en verduras y frutas, que han demostrado tener actividades antiinflamatorias.
Canela
La canela es una especia popular que se usa a menudo para dar sabor a los productos horneados. Pero la canela es algo más que un delicioso aditivo en nuestros pasteles. Los estudios han demostrado que esta especia tiene propiedades antiinflamatorias, que pueden aliviar la hinchazón.
Ten a mano una buena cantidad de canela y espolvoréela en tu café o té, y sobre los cereales del desayuno.
Cardamomo
Un estudio reciente ha descubierto que las semillas y el fruto del cardamomo pueden ayudar a mejorar la salud bucodental gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Los resultados mostraron que el extracto de cardamomo era eficaz para desbaratar las bacterias que pueden provocar enfermedades o infecciones en las encías.
Cayena
La cayena y otros chiles picantes han sido alabados por sus beneficios para la salud desde la antigüedad. Todos los chiles contienen compuestos naturales llamados capsaicinoides. Éstos son los que confieren al picante sus propiedades antiinflamatorias.
El chile está considerado como una poderosa especia antiinflamatoria, así que asegúrese de incluir una pizca en su próximo plato. Además, se usa desde hace mucho tiempo como ayuda digestiva, lo que supone un beneficio añadido.
Clavo
El clavo se ha usado como expectorante y para tratar el malestar estomacal, las náuseas y la inflamación de la boca y la garganta. Las investigaciones siguen siendo contradictorias, pero la evidencia sugiere que pueden tener propiedades antiinflamatorias.
El clavo de olor en polvo funciona bien en productos horneados y en algunos platos salados, como sopas y guisos. También puede usar clavos enteros para dar sabor a bebidas calientes como el té.
Cola de caballo
Los estudios de laboratorio muestran que el extracto de cola de caballo puede inhibir los linfocitos, el principal tipo de células de defensa implicadas en las enfermedades inmunitarias inflamatorias.
Coliflor
La coliflor aporta una cantidad importante de antioxidantes, que son beneficiosos para reducir la inflamación y proteger contra varias enfermedades crónicas.
Cúrcuma
La cúrcuma es una especia de color amarillo brillante común en la cocina india que se puede encontrar en cualquier tienda de comestibles. La cúrcuma se ha usado como medicina durante siglos para tratar heridas, infecciones, resfriados y enfermedades del hígado.
Los estudios han demostrado que la curcumina, un compuesto de la cúrcuma, puede reducir la inflamación en el cuerpo.
Espirulina
La espirulina es un tipo de alga azul-verde con fuertes efectos antioxidantes. Los estudios han demostrado que reduce la inflamación, promueve un envejecimiento saludable y puede fortalecer el sistema inmunológico.
Aunque la mayoría de las investigaciones han estudiado los efectos de la espirulina en animales, los estudios en adultos han demostrado que puede mejorar los marcadores inflamatorios, la anemia y la función inmunitaria.
Hasta 8 gramos de espirulina al día son seguros, y muchas personas la añaden a sus batidos o licuados porque viene en forma de polvo.
No se conocen efectos secundarios significativos, pero las personas con enfermedades autoinmunes deberían evitarla porque podría empeorar su estado debido a sus posibles propiedades de refuerzo inmunitario. Consulta a tu médico.
Grosellero negro
Las grosellas negras tienen un efecto directo sobre la respuesta inflamatoria del organismo.
El aceite de semilla de grosella negra contiene ácido gamma-linolénico (GLA), un tipo de ácido graso omega-6 del que se dice que ayuda a aliviar la inflamación del cuerpo.
En algunos estudios, los suplementos de GLA fueron tan eficaces que los participantes con artritis reumatoide pudieron reducir sus medicamentos habituales para el dolor.
Jengibre
El jengibre es una especia picante que se usa en muchas cocinas. Se puede comprar en polvo o como raíz fresca en la mayoría de los supermercados. El jengibre se ha usado como medicina tradicional para tratar el malestar estomacal, los dolores de cabeza y las infecciones.
Las propiedades antiinflamatorias del jengibre han sido alabadas durante siglos, y los estudios científicos lo han confirmado.
Laurel
La esencia y las hojas se usan tradicionalmente para aliviar los síntomas de la gripe y los trastornos del sistema respiratorio, como la tos, el dolor de garganta, pero también la bronquitis y el asma. Sus propiedades también se usan para el tratamiento de infecciones e inflamaciones bucales, como la gingivitis, el dolor de muelas y los abscesos, y para las heridas y abrasiones de la piel. Gracias a su acción antiinflamatoria y analgésica, también se usa en casos de dolores reumáticos y articulares y para aliviar los síntomas del dolor de cuello y la ciática.
El aceite esencial de laurel se utiliza con fines cosméticos por sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias. Los productos de belleza que contienen extractos de esta planta son especialmente útiles en caso de exceso de grasa e impurezas de la piel.
Lima
Las limas son una buena fuente de vitamina C. Entre otros muchos beneficios potenciales, la vitamina C actúa como agente antiinflamatorio en el organismo.
La Universidad Estatal de Oregón realizó una revisión de las investigaciones centradas en el efecto positivo que tiene la vitamina C en la reducción de la inflamación.
Concluyeron que la mayoría de los estudios indicaban que el uso de la vitamina C mostraba resultados favorables en la reducción de la inflamación.
Lino o linaza
Aunque las semillas de lino se usan desde hace mucho tiempo, Hipócrates las comía y escribía sobre ellas en el año 500 a.C., sólo en los últimos 10 años los investigadores se han centrado en los beneficios para la salud de las semillas de lino.
Sólo dos cucharadas de linaza molida contienen más del 140% del valor diario de los ácidos grasos omega-3 que reducen la inflamación y más lignanos, una sustancia química vegetal que combate el cáncer, que cualquier otro alimento vegetal del planeta.
Manzanilla
El té de manzanilla contiene compuestos que pueden reducir la inflamación.
Noni
El zumo de noni puede proporcionar un alivio natural del dolor al reducir la inflamación y combatir los radicales libres.
Papaya
Los estudios demuestran que las frutas y verduras ricas en antioxidantes, como la papaya, ayudan a reducir los marcadores inflamatorios.
Un estudio observó que los hombres que aumentaron su consumo de frutas y verduras ricas en carotenoides tuvieron una disminución significativa de la PCR, un marcador inflamatorio particular.
Piña
Las piñas se han utilizado en la medicina tradicional durante siglos.
Contienen una gran variedad de vitaminas, minerales y enzimas, como la bromelina, que pueden mejorar colectivamente la inmunidad y reducir la inflamación.
No obstante, es necesario realizar más investigaciones en humanos.
Regaliz
Según un estudio, el extracto de Glycyrrhiza glabra, o extracto de raíz de regaliz, puede ser eficaz contra las bacterias que pueden infectar la piel.
El estudio mostró una actividad antimicrobiana contra el Staphylococcus aureus, que puede causar infecciones cutáneas, como impétigo, celulitis y foliculitis. En este estudio, los investigadores utilizaron extractos de las hojas y las raíces de la planta.
Reina de los Prados
Uno de los usos más estudiados de la reina de los prados es su papel en la reducción de la inflamación y el tratamiento de las afecciones inflamatorias.
Los estudios en laboratorios y en roedores han revelado que la hierba puede inhibir ciertos pasos del proceso inflamatorio, disminuir los marcadores sanguíneos de inflamación y reducir las respuestas al dolor asociadas a la inflamación.
Estas propiedades pueden explicar por qué se ha utilizado históricamente como remedio para afecciones como el dolor articular.
También se especula que la hierba puede aliviar el dolor articular severo asociado a la gota, una forma de artritis caracterizada por una acumulación de ácido úrico en la sangre y ácido úrico cristalizado alrededor de las articulaciones.
Sin embargo, las investigaciones aún no han confirmado que los resultados sean aplicables a los seres humanos.
Se necesita más investigación sobre el uso de esta hierba para tratar la inflamación en humanos.
Romero
El romero es una rica fuente de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios naturales, que se cree que ayudan a reforzar el sistema inmunitario y a mejorar la circulación sanguínea.
Los estudios de laboratorio han demostrado que el romero es rico en antioxidantes, que desempeñan un papel importante en la neutralización de las partículas dañinas llamadas radicales libres.
Salvia
El té de salvia contiene una variedad de poderosos compuestos vegetales.
El té de salvia es especialmente rico en ácido rosmarínico. Los estudios en animales han demostrado que este antioxidante proporciona numerosos beneficios, como la disminución de la inflamación y de los niveles de azúcar en sangre.
En un estudio con ratones, el extracto de salvia aumentó significativamente los niveles de compuestos antiinflamatorios que circulan en la sangre, al tiempo que redujo los niveles de compuestos inflamatorios.
Los efectos antioxidantes y antiinflamatorios naturales del té de salvia pueden ser los responsables de muchos de sus supuestos beneficios, pero es necesario realizar más investigaciones en humanos.
Extracto de té verde
El té verde se ha usado durante mucho tiempo en la medicina tradicional, y es rico en compuestos que pueden aportar muchos beneficios para la salud, como el epigalocatequina-3-galato (EGCG), la cafeína y el ácido clorogénico.
Un beneficio potencial es que es extremadamente antiinflamatorio.
Un pequeño estudio realizado en hombres con sobrepeso observó que 500 mg de extracto de té verde al día durante 8 semanas, emparejados con ejercicio tres veces por semana, redujeron significativamente la inflamación en comparación con el ejercicio solo o con un grupo de placebo que no realizaba ningún ejercicio.
Los investigadores teorizan que muchos de los beneficios antiinflamatorios naturales del té verde provienen del EGCG que contiene. El EGCG actúa como antioxidante, por lo que puede ayudar a prevenir el daño oxidativo de las células causado por los radicales libres, lo que conduce a una disminución de la inflamación.
Puedes comprar suplementos de EGCG o de extracto de té verde, pero ten en cuenta que los suplementos de extracto de té verde contendrán cafeína a menos que se indique lo contrario.
Tila
Los flavonoides son un tipo de antioxidante presente en las flores de Tila, mientras que el tilirósido, la quercetina y el kaempferol se asocian específicamente a los brotes de tilo.
El tilirósido es un potente antioxidante que actúa eliminando los radicales libres del cuerpo. Los radicales libres pueden causar daño oxidativo, que puede conducir a la inflamación.
El kaempherol también puede combatir la inflamación.
Uña de gato
Esta hierba procede de una enredadera leñosa originaria de Perú. La corteza de la uña de gato se ha usado tradicionalmente para tratar la artritis, la bursitis y los trastornos intestinales. Los estudios han demostrado que puede reducir las respuestas inflamatorias en el cuerpo y tiene un efecto protector contra la inflamación gastrointestinal.
A modo de síntesis, podemos usar algunos de ellos para:
Vías respiratorias: salvia, lima, cardamomo. Laringe, faringe: canela, lima.
Dolores reumáticos: Hárpago, romero, cúrcuma, grosellero negro, jengibre, cola de caballo, reina de los prados.
Articulares: cúrcuma, romero, cola de caballo, jengibre, lino o linaza, laurel, tila, ajo, cardamomo, arnica.
Urinarios: grosellero negro.
Hepáticos: cúrcuma.
Digestivos: Uña de gato, manzanilla, canela.
Traumatismos: cremas a base de clavo de olor, arnica.
Las plantas medicinales también tienen contraindicaciones y efectos secundarios, aunque en la mayoría de los casos leves, así que deberas de consultar con tu médico de cabecera antes de empezar tratamiento con cualquiera de ellas. Consulta con tu médico antes de empezar cualquier tratamiento natural.