Por José Calero – Noticias Argentinas
Con una tasa promedio altísima que ronda el 70% anual, la decisión del Banco Central de fijar como tasa de referencia las Letras de Liquidez (Leliq), está dando resultado para contener el dólar, pero a un costo muy alto por su impacto sobre la economía real.
Al convertirse en «tasa de referencia», el endeudamiento para las compañías, por ejemplo, se torna prohibitivo dado que el descubierto que utilizan las pequeñas y medianas empresas (pymes) ya se encuentra en el 100%.
Lo que el mercado ya empieza a denominar «Plan Sandleris», permitió bajar 7,5% la cotización de la divisa norteamericana en tres días, de $41,89 el viernes último, a $38,97 este miércoles.
Por ahora, un «éxito» para frenar la volatilidad cambiaria, pero a un costo cuyo impacto en la economía real es impredecible.
Expertos como Fausto Spotorno, de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, advierten que semejante nivel de tasas impacta de lleno sobre la actividad económica, porque encarece el crédito.
Otros especialistas consultados por NA arriesgan una advertencia extra: si para enero el BCRA no logra reducir la tasa de interés, el Gobierno podría verse obligado a dar un giro de 180 grados en la política económica, con incierto final, y en un año electoral.
Las Leliq, que a la larga el gobierno espera que terminen sellando la desaparición de las polémicas Lebacs, se convierten así en una herramienta clave para la nueva política monetaria que lleva adelante el Banco Central y cuyo objetivo es retirar pesos de la plaza para menguar la demanda de dólares.
Expertos de la city reconocen que las Leliq permitirán desarmar la «bola de nieve» de Lebac amplificada durante la gestión de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central.
Emitidas por el BCRA, es un tipo de deuda a siete días que la autoridad monetaria licita a diario.
Con respecto de las Lebac, una de las grandes diferencias es que a las licitaciones de Leliq sólo pueden acceder los bancos.
En cambio, las Lebac podían ser compradas por empresas, individuos y fueron las preferidas por los fondos de inversión, que hicieron negocios multimillonarios, hasta que el sistema se tornó insostenible y eyectó a Federico Sturzenegger del BCRA.
En definitiva, las altas tasas de las Leliq son muy atractivas para los bancos, que, para poner sólo un ejemplo, pagan 45% anual por un plazo fijo y reciben una renta del 70% con esta letra cuyo éxito para frenar una devaluación de alto calibre es aún incierto.