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El último adiós

En un marco de dolor, Progreso se despidió de Emiliano Sala


El cuerpo del futbolista fallecido en un accidente aéreo sobre el Canal de la Mancha llegó el viernes a la Argentina y tras una despedida íntima para la familia en la ciudad de Santa Fe, lo despidió el pueblo que lo vio nacer.

En un clima de solemnidad y extrema tristeza, los restos del futbolista santafesino Emiliano Sala fueron velados esta mañana en Progreso, el pueblo que lo vio nacer. Desde las primeras horas de este sábado, gran cantidad de vecinos, familiares y amigos se acercaron al Club Atlético y Social San Martín, donde el joven dio sus primeros pasos en el deporte. Con la Gente se hizo presente en la localidad, ubicada 73 kilómetros al noroeste de la capital provincial, que está paralizada esta mañana por el trágico evento. Los comercios cerraron y no funcionaron las estaciones de servicio. Poco a poco, todos los vecinos se acercaron a darle el último adiós.

En las primeras horas de la tarde, el cuerpo del futbolista de 28 años fue trasladado hacia Santa Fe, donde será cremado. Había sido repatriado el viernes al país y trasladado desde Ezeiza a la capital provincial, donde la familia tuvo una despedida íntima.

Alrededor de las 4.45 arribó a Progreso, donde el pueblo participa del velatorio a cajón cerrado en el gimnasio del Club San Martín. «Habrá mucha gente. El polideportivo es un lugar simbólico, él siempre iba. Siento mucho dolor. Era muy querido y un gran ejemplo para los chicos», había anticipado a los medios Diego Solís, ex entrenador de Sala en la entidad deportiva santafesina.

«Emi, nunca caminarás solo», decía una gran bandera que fue puesta frente al club, acompañada por gran cantidad de coronas de flores y dos fotos gigantes del delantero. Entre otras tantas personas del club, estará presente el presidente, Daniel Ribero. Además, también se hicieron presentes desde los clubes europeos el entrenador del Cardiff City de Gales, Neil Warnock, el defensor del Nantes de Francia e íntimo amigo de Sala, Nicolas Pallois, el último club en el que jugó el argentino, y el gerente general de Bordeaux, el club que lo formó y le dio la posibilidad de jugar en Europa.

En las cercanías del club hay un ambiente silencioso a pesar de la llegada de muchos medios internacionales, bajo un fuerte operativo de seguridad de la Policía de Santa Fe y de una empresa privada.

Raúl, árbitro de la liga de fútbol de Esperanza, que lo tuvo a Emiliano como jugador cuando era adolescente, llegó al funeral desde San Jorge, a más de 200 kilómetros de Progreso.

«La verdad que tengo mucha tristeza, era un gran pibe», relató a Télam y comentó que la mamá y la hermana de Emiliano se encontraban «muy compungidas» junto al ataúd.

Nacho, primo del padre de Emiliano y también oriundo de Cululú, el pueblo donde nació el jugador, contó tras salir del funeral que «estoy muy triste, la familia está muy tocada, pero bueno son cosas de la vida».

«No llegamos a comprender cómo pasó esto, estamos doloridos», agregó.

La familia del jugador pidió cremar sus restos después del velatorio, según diferentes trascendidos, procedimiento que fue autorizado por las autoridades judiciales que intervienen en el caso.

El 21 de enero pasado, Sala viajaba en un avión privado desde la localidad francesa de Nantes hacia Cardiff, en Inglaterra, donde había sido fichado para jugar la próxima temporada. Sin embargo, al poco tiempo de vuelo, la aeronave desapareció sobre el Canal de la Mancha y fue buscada durante mucho tiempo, hasta que se hallaron los restos en el fondo del mar. Tras arduos trabajos y horas de incertidumbre, se encontró el cuerpo sin vida del futbolista en el interior del avión. El piloto que lo acompañaba, aún está desaparecido.

La avioneta Piper PA-46 Malibu que trasladaba a Sala desde Nantes a Cardiff desapareció el lunes 21 de enero cuando cruzaba el Canal de la Mancha, luego de que el club galés comprara la ficha del jugador al Nantes a cambio de 17 millones de euros.