El conductor argentino utiliza cada vez menos el automóvil, ya que desde 2012 se acumula una pérdida de más de 2.500 kilómetros promedio al año, fenómeno que se explica por el aumento del precio de los combustibles y la existencia de más hogares con un segundo vehículo.
Así se desprende de un estudio realizado por la consultora internacional GIPA, dedicada a los actores del mercado de la posventa, en el que se analizaron las preferencias de los consumidores argentinos y su vinculación con el mantenimiento vehicular.
«Hay una tendencia desde el 2012 a la baja en la cantidad de kilómetros, marcada especialmente en los últimos años», expresó el informe suscripto por la directora general para la región de GIPA, Florencia Delucchi, en el que se precisó que la media anual del parque automotor argentino es de 12.322 kilómetros.
La cifra refleja una caída del 17% respecto de 2012, cuando la media fue de 14.854 kilómetros y a partir de cuando se comenzó a registrar un proceso a la baja en el uso del automóvil, ya que ese índice cayó a 14.042 en 2013; 13.770 en 2014; 12.081 en 2015; 13.057 en 2016; 12.661 en 2017 y 12.322 en 2018.
En base a este evolución, el informe destaca que «el conductor argentino usa cada vez menos el auto y lleva acumulados una pérdida de más de 2.500 kilómetros desde 2012», de lo cual «el aumento del precio de combustibles explica parte de la disminución del uso del automóvil» analizó el informe.
La segunda razón que identifica la consultora es «la mayor proporción de segundo vehículo en el hogar, lo que genera un efecto de reparto de kilómetros».
En la Argentina se estima que el parque automotor llega a 14,25 millones de unidades entre automóviles, comerciales y pesados, y cuya relación de habitantes por vehículo es de 3 a 1, y con una estimación promedio de 6,95 millones de hogares equipados con una movilidad.
Medido por kilometraje anual recorrido, el 30% de los vehículos tiene menos de 10.000 kilómetros; el 56% entre 10.000 y 20.000; el 11% en el segmento siguiente hasta 30.000; y el 3% con más kilómetros.
La menor utilización de los vehículos impacta sobre todo en el mantenimiento, lo que se mide en las entradas anuales al taller, respecto de lo cual el trabajo destacó que en el último año «por primera vez hay más entradas a taller por cuestiones específicas que por cuestiones preventivas».
En ese sentido, el número total de entradas al año que generan los conductores en la Argentina es de 21,6 millones, cifra que si bien es nominalmente superior a las 20,6 millones de 2012, refleja desde entonces una media decreciente desde los 3,36 de ese año base al actual 2,73.
Esta relación inversa de las curvas se explica en que el crecimiento de la cantidad de visitas anuales al taller no acompaña el ritmo de crecimiento del parque automotor.