Política y Economía

Ante el G20, Fernández propuso incorporar a Celac, cuestionó a FMI y condenó especulación financiera


Así lo afirmó al exponer en la primera sesión de la cumbre del G20, denominada "Una tierra", que comenzó este sábado en Nueva Delhi

El presidente Alberto Fernández propuso este sábado la integración de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) al G20, cuestionó al FMI por aferrarse a «sus dogmas y mostrarse incapaz de nuevas soluciones», criticó que se prolongue la invasión rusa en Ucrania y condenó «la especulación financiera, las restricciones, los bloqueos y las barreras comerciales».

Así lo afirmó al exponer esta mañana en la primera sesión de la cumbre del G20, denominada «Una tierra», que comenzó este sábado en Nueva Delhi con la participación de representantes de las más importantes potencias del mundo.

«Celebro la incorporación a este G20 de la Unión Africana. Es un acto profundamente justo que permite conocer y atender las necesidades de ese maravilloso continente. Aspiro a que en el futuro se pueda sumar a este foro a la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, que sobrelleva problemas similares a los que afronta África», postuló Fernández en el inicio de su intervención de tres minutos en la cumbre realizada en el centro de convenciones Bharat Mandapam de la populosa capital india.

Es que minutos antes, el primer ministro de la India, Narendra Modi, invitó al presidente de la Unión Africana, Azali Assoumani, a sumarse como miembro permanente del G20, en el inicio de la sesión plenaria en la que todos los mandatarios se sentaron alrededor de una gran mesa redonda.

En su intervención, el jefe de Estado planteó que «el Sur Global existe y muchos de los países que lo conforman padecen economías endeudadas por los condicionamientos impuestos por el sistema financiero internacional que tantas veces criticamos».

Tras mencionar que la Argentina sufrió la «peor sequía de los últimos cien años», el mandatario dijo que además el país sufrió «una caída de las exportaciones equivalentes a tres puntos de nuestro PBI», con lo cual «el cambio climático alteró todos nuestros planes».

«El FMI, del que somos deudores, se aferró a sus dogmas y se mostró incapaz de innovar con nuevas soluciones para enfrentar la catástrofe», cuestionó el Presidente en su mensaje, al hablar en cuarto lugar tras sus pares de India, Indonesia y Brasil.

Para Fernández, «este tipo de desastres se observan hoy en todo el mundo», consideró que «declamar la crisis no acabará resolviéndola» y reclamó «una y otra vez la necesidad de financiar la solución climática».

Retomando un concepto que viene expresando en todos los foros internacionales, el presidente argentino afirmó que «la mayor parte de los países del sur global somos acreedores ambientales» y agregó: «No fuimos los causantes de semejante trastorno climático. Aun así, en todo este tiempo pusimos oxígeno donde otros contaminaban, pero nadie reconoció nuestro aporte».

«Este el cuarto G20 en el que participo. Hemos tenido miradas comunes frente a problemas que enfrentamos pero no hemos sido capaces de resolverlos. Pareciera que calmamos nuestras conciencias con palabras mientras seguimos caminando por las cornisas», advirtió Fernández ante sus pares de la cumbre del G20, de la que no participan los presidentes de China y Rusia, que decidieron enviar representantes.

Fernández exhortó a sus pares a «trabajar con más firmeza para poder consolidar un mundo mas justo en un ambiente más sano», y consideró que la pandemia «no nos ha conmovido lo suficiente como para rebelarnos ante tamaña desigualdad».

En una referencia a la invasión rusa a Ucrania, sostuvo que «la violencia se ha desatado en Europa, la paz no llega y una guerra se prolonga, y tampoco parece importar cuantas vidas más terminarán en esa guerra».

También advirtió que «preocupa el hambre y la seguridad alimentaria, que está en crisis porque millones de personas no acceden a los alimentos y esto sucede en gran medida porque hemos permitido que los derivados financieros contaminen el comercio de productos necesarios para la alimentación y los conviertan en un objeto más de la especulación en los mercados de futuro».

«América del Sur puede contribuir a saciar el hambre que hay en el mundo, pero no podrá hacerlo si interfiere la especulación financiera o si priman las restricciones, los bloqueos y las barreras comerciales. Los enormes subsidios que otorgan unos pocos países son distorsivos para el comercio», cuestionó en su mensaje.

Asimismo, aseveró que «la guerra desatada en Europa con el avance de Rusia sobre Ucrania profundizó también la crisis energética» y en ese sentido dijo que Argentina está «comprometida con el mundo en procura de una transición hacia energías renovables».

Para ello, el gobierno argentino se propuso «alcanzar un desarrollo neutral en carbono en el 2050», pero expresó que para lograrlo el país necesita «el auxilio de los países desarrollados teniendo en cuenta la equidad y el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas».

«Demandamos a los poderosos que ayuden a remediar los daños que provocaron. Es hora de entender que está en juego la preservación de la vida humana», concluyó Fernández.

Luego, por la tarde, fue el momento de su segunda intervención ante los líderes del G20.

Con referencias a Mahatma Gandhi, el 50° aniversario del golpe de Estado en Chile, las Abuelas de Plaza de Mayo, la justicia social y los 40 años de democracia que cumple en diciembre Argentina, el Presidente brindó otro discurso en el que llamó a combatir los «discursos del odio que exaltan las dictaduras y propalan la discriminación y el autoritarismo».

En su alocución sobrevoló su preocupación por las ideas y propuestas del candidato presidencial de La libertad Avanza, el dirigente de ultraderecha Javier Milei, que resultó el más votado en las elecciones primarias de agosto.

«La Argentina promueve y protege los derechos humanos. Nuestra visión es integral, y alcanza tanto a los derechos civiles y políticos como respecto de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales ya reconocidos. Volver atrás en los derechos otorgados solo debilita a la sociedad que los pierde», aseveró el mandatario en su segunda intervención del día.

En ese marco, Fernández dijo que «el valor de la democracia se pone en tela de juicio y el Estado de Derecho termina enfrentado a los discursos del odio que exaltan las dictaduras, niegan los genocidios y propalan la discriminación y el autoritarismo».

«Estas conductas asoman en todos nuestros países y no debemos mirar pasivamente como ese accionar se multiplica. Debemos actuar convenciendo a los descreídos y aplicando la ley a quienes quieren ignorarla. Gandhi predicaba la no violencia y ese pacifismo nunca fue sinónimo de resignación», agregó el jefe de Estado ante los líderes mundiales.

Y añadió: «Frente al odio que algunos expresan, debemos imponer el ejemplo de nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que todavía siguen buscando a sus hijos desaparecidos y a sus nietos y nietas robados en medio de la masacre pidiendo justicia sin transitar el camino de la venganza».

El Presidente hilvanó en su discurso hechos como el 50° aniversario del golpe de Estado en Chile -que se cumple el lunes próximo y por el cual volará directo de Nueva Delhi a Santiago para participar de los actos conmemorativos- así como los 40 años de democracia ininterrumpida que cumple la Argentina en el mes de diciembre.

«Este es un año significativo para América Latina. Chile recuerda que hace cincuenta años su democracia se quebraba. Moría Salvador Allende y se instituía una dictadura encarnada en Augusto Pinochet Ugarte quien persiguió, torturó y asesinó a todo aquél que se enfrentaba a sus propósitos autoritarios. Argentina, por su parte, celebra cuarenta años de democracia ininterrumpida preservando el Estado de Derecho, tras soportar la más cruel dictadura que nuestra memoria registra», indicó.

Por último, el jefe de Estado incluyó el conflicto del pueblo armenio en su discurso ante el G20, al referirse al bloqueo que realiza Azerbaiyán al único corredor que conecta Armenia con el territorio en disputa de Nagorno Karabaj.

“En un tiempo en el que la guerra se libra en el este europeo y se multiplican conflictos violentos de menor atención pública, pero igual de dolorosos como el bloqueo de Azerbaiyán en el corredor de Lachín que provoca una crisis humanitaria que una vez más castiga al pueblo armenio en parte de su territorio, la Argentina reafirma su compromiso ineludible con el multilateralismo como método supremo de entendimiento internacional”, dijo Fernández en la parte final de su discurso de la segunda sesión plenaria del G20.

Y continuó: «Cuenten con la Argentina para avanzar hacia un futuro donde el azar del nacimiento no sea una marca indeleble de la inequidad. Cuenten con la Argentina para construir un mundo más justo, cooperativo, pacífico y fraterno. No hay por delante nada que importe más».

«Fue como un llamado de atención a Europa que no se da por aludida con este tema», interpretaron fuentes de la delegación argentina sobre la incorporación del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en el discurso presidencial.