La canciller alemana, Angela Merkel, pidió el sábado luchar contra los neonazis «sin ningún tabú», días después del asesinato de un político proinmigración por un presunto simpatizante de este movimiento.
Los neonazis violentos «tienen que ser combatidos desde el principio y sin ningún tabú», afirmó la dirigente, invitada en Dortmund con motivo del Día de la Iglesia Protestante en Alemania.
«Por ello el Estado es solicitado a todos los niveles, y el gobierno federal se toma esto muy, muy en serio», agregó.
La canciller alemana hizo estas declaraciones tras el asesinato a principios de junio de Walter Lübcke, un político de la CDU, el partido conservador de Merkel, en su domicilio en el oeste del país.
Un sospechoso de 45 años, vinculado al movimiento neonazi, fue detenido el pasado fin de semana. Este drama conmocionó al país, que teme un brote del terrorismo de extrema derecha.
«No solo se trata de un acto terrible, sino de un gran reto para nosotros, para examinar a todos los niveles donde existen tendencias de extrema derecha», explicó Merkel.
En la mañana, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, advirtió en Twitter que «Alemania tiene un problema con el terrorismo».
«Tenemos a más de 12.000 extremistas de derecha violentos en nuestro país», afirmó, agregando que 450 de ellos pudieron pasar a la clandestinidad pese a las órdenes de arresto.
«Tenemos que defendernos más: ni un milímetro más para los enemigos de la libertad», alertó.