Dos días después de que uno de sus ministros anunciara la promulgación de nueva fecha de comicios, la presidenta pidió al Congreso un informe epidemiológico
Apenas dos días después de que uno de sus ministros prometiera la promulgación de la nueva fecha acordada para las elecciones, la presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, cambió hoy de posición y le pidió al congreso un estudio epidemiológico que demuestre que será seguro votar en septiembre.
«Es comprensible y muy respetable que usted y otros dirigentes políticos quieran elecciones lo antes posible. Pero es aún más comprensible y más respetable que una enorme mayoría de los bolivianos sienta que esas elecciones son un riesgo enorme para la salud y la vida de cada familia en nuestro país», argumentó Áñez en un carta dirigida a la presidenta del Senado, la masista Eva Copa.
«Para descartar ese riesgo de salud en las familias, le pido que dejemos de lado los colores políticos y que trabajemos coordinando esfuerzos y escuchando a los médicos y a los científicos. Y por eso, le pido que me haga llegar usted el estudio médico y científico (el estudio epidemiológico) en el cual se basa su decisión y la del MAS para impulsar elecciones el 6 de septiembre», agregó en la misiva publicada en su Twitter.
Hace apenas dos días, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, había anunciado que Áñez iba a promulgar la ley que había aprobado el congreso y que habían consensuado antes los partidos políticos con el Tribunal Electoral Nacional.
Sin embargo, hoy la mandataria dio marcha atrás sobre esa promesa y puso como condición un informe epidemiológico, pese a que su gobierno ya autorizó el inicio de reaperturas graduales y parciales en el país tras la cuarentena decretada por la pandemia de coronavirus.
De hecho, hoy el alcalde de La Paz, Luis Revilla, anunció que después de recibir las proyecciones del incremento significativo de los casos de coronavirus en el municipio, está analizando regresar a la cuarentena rígida a partir del 23 de junio, una medida que alcanzaría también a la vecina ciudad El Alto.
En ese contexto, Áñez, la mandataria que asumió la Presidencia en una sesión irregular sin quorum del Senado luego que Evo Morales renunciara y denunciara un golpe de Estado en noviembre pasado, aseguró que «las proyecciones epidemiológicas para Bolivia muestran que julio y agosto serán los meses con mayor cantidad de ciudadanos contagiados».
La mandataria aclaró que su «reflexión» no busca «prorrogar» su gestión, que debería ser interina y tener como único objetivo la convocatoria a elecciones.
Uno de los primeros dirigentes políticos en reaccionar fue el ex líder cívico de Santa Cruz y candidato presidencial, Luis Fernando Camacho, uno de los hombres que encabezó las protestas en las calles contra Morales en octubre pasado y, luego, la ayudó a asumir la Presidencia en noviembre.
«No mienta Presidenta ni se lave las manos. Su partido y los viejos políticos estuvieron de acuerdo en fijar fecha para elecciones. Sus intereses de candidata no le dejan ver que mientras el pueblo sufre no puede haber elecciones. ¡Se lo advertimos, alguna vez escuche!», tuiteó Camacho, hoy enfrentado a Áñez por sus aspiraciones presidenciales.