La Asociación Civil se unió al Fondo de Becas para acompañar a los jóvenes ayudando a que continúen sus estudios. Desde la ONG contaron a CLG cómo se implementa
Por Gina Verona Muzzio
Amigos del Río es una asociación civil con constante presencia y trabajo en la zona de las islas del Paraná, principalmente en las escuelas, con sus jóvenes y su comunidad. Además de colaborar con alimentos en el marco de la crisis que genera para todos la pandemia, recientemente se han reunido con el Fondo de Becas para Estudiantes (Fonbec). El objetivo de ese vínculo, según contaron desde la ONG a CLG, es ayudar a que los niños y las niñas puedan continuar sus estudios a través de padrinos y madrinas.
Marcos, integrante de Amigos del Río, relató a CLG que tras reunirse con Facundo, director de Fonbec, decidieron transformarse en un nexo entre la Fundación y los chicos que necesitan un apoyo para seguir desarrollando todo su potencial. “Lo que hacen ellos es buscar una necesidad en un chico que va a la escuela. Un chico con bajos recursos y al que se le complica ir a la escuela, entonces buscan un padrino”, indicó Marcos.
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“La cuota creo que está 2.000 pesos, de los cuales la Fundación se queda con un porcentaje para gastos y, automáticamente, le baja el resto del dinero a la familia del chico. Pero no es sólo eso, al encontrar el chico o la chica, que está cursando cualquiera de los niveles educativos: primarios, secundario o universitario, se establece un vínculo”, añadió el integrante de la ONG.
Desde Amigos del Río contaron que ya hay dos chicos en las islas frente a la ciudad de Rosario que van a ser apadrinados, una de los cuales ya consiguió madrina. El proceso es simple y genera resultados inesperados para todos. “Cuando la familia está de acuerdo, se llena una planilla con todos los datos y los chicos escriben una cartita, que dice su nombre y apellido, dónde vive, dónde estudia, qué carrera le gustaría seguir, qué regalo le gustaría que le hagan. Una vez que está esa carta, se empieza a buscar alguien que lo apadrine. Cuando se encuentra, ésta persona también tiene que llenar una solicitud”, detallaron.
Marcos afirmó que “tiene que haber un compromiso de ambas partes”. Así como los estudiantes becados tienen que seguir estudiando, mandarle cartas al padrino, mostrarle sus exámenes y su libreta; también los padrinos o madrinas tienen que estar comprometidos y presentes con ellos.
En este sentido, Marcos ejemplificó con una experiencia propia y muy reciente: “Nosotros comenzamos a buscar padrinos para Zaira y Franco, dos hermanitos. A los tres o cuatro días que llegó la carta de Zaira, la leyó la hermana de un amigo y decidió ser su madrina. En esa cartita decía que quería tener una bicicleta. Ya se la consiguieron y quieren cruzar a la isla e ir a llevársela, conocerla”.
El principal objetivo de Amigos del Río, con muchos años de trabajo “gestionando acciones colectivas de presencia continua en las islas, respetando su comunidad y entorno”, es ser un nexo entre los padrinos o madrinas y los niños. “Nosotros le preguntamos a las maestras o a las directoras de casos potenciales. Hay un nene por ejemplo que tiene 13 años y arma y desarma los motores de lancha con una memoria impresionante, que le gustaría ser mecánico. Tenemos que buscarle un padrino. Las que saben esas cosas y nos las transmiten son las maestras”, aseguran.
El trabajo de Fonbec
El Fondo de Becas para Estudiantes es una entidad que funciona a nivel nacional hace veinte años. Según ellos mismos indican en sus redes, Fonbec “ayuda e incentiva a niños de bajos recursos a avanzar en sus estudios y a crecer como personas”.
Actualmente, se encuentra en quince provincias argentinas, apadrinando a 1.600 chicos. Recientemente, replicaron su trabajo en La Paz, Bolivia.
“Buscan no sólo que alguien les pague la beca, sino un vínculo con ellos y las familias. Tener en cuenta sus intereses y ver si existe una manera de hacerlos crecer”, afirmó Marcos a CLG.
Y agregó: “Hay gente que dice que no le interesa conocer a los chicos, que sólo giran el dinero para que estudien. Pero en algún momento algo les hace un click y quieren conocerlos, saber cómo están, qué hacen. La fundación trata de generar esos cruces. En esos cruces es que se generan los vínculos”.
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Asimismo, en los casos de estudiantes universitarios, Fonbec trabaja conjuntamente con el programa Escalar, buscando pasantías. “Cuando los chicos están en la facultad, hacen pasantías funcionales. Por ejemplo, una chica que ya se recibió, había hecho la pasantía en la Bolsa de Comercio y ahora trabaja ahí”, indicó.
“En estos veinte años, desde Fonbec también han visto muchos casos en que los chicos que fueron apadrinados y se recibieron, comienzan a apadrinar a otros chicos. ¿Si tal persona hizo esto por mí, por qué yo no lo voy a hacer? Se forma una cadena muy linda”, observó Marcos.
Escuelas de la isla en pandemia
En todo el país, los docentes han trabajado arduamente para seguir conectados con sus alumnos y que estos puedan acceder a –por lo menos una parte- de los contenidos que debían darse en las escuelas. Eso también sucede en las tres escuelas que funcionan en la zona de islas.
Según narró Marcos a CLG, “a principio de año, Nación le entregaba unos cuadernillos que las maestras repartía entre las familias”. También, desde la asociación civil generaron un nexo con Veneta, que es una empresa en zona sur, que vende computadoras, impresoras y realizan impresiones. Esta compañía, se encargaba también de imprimir PDF’s que armaban las docentes y facilitarle el material a los alumnos para que hagan las tareas.
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“Hay otras cosas que las realizan virtualmente, por Whatsapp. Tratan de buscar señal en la isla y se comunican así con las docentes. Ellos ya saben que este año no vuelven. Las maestras están todo el día en contacto, a cualquier hora. Tienen un corazón grandísimo y les contestan siempre”, concluyó Marcos.
Amigos del Río
Además de la campaña que desarrollan junto a Fonbec, Amigos del Río tiene varios proyectos en marcha. En el marco de la grave situación que vive el Delta del Paraná con los incendios, “junto con la Bolsa de Comercio, la Fundación Agraria, el Inta y la UNR, por todo lo que está pasando lamentablemente con las quemas; vamos a clavar 500 estacas de sauce”, contaron.
“El Cañito es un canal que comunica el canal principal del río con el Embudo. Hay una de las escuelas que está allí y como está cerrado el paso, hicieron este canal. Una de las cosas que les pide Medio Ambiente es que planten árboles. Por eso, se van a clavar 250 estacas, sobre ambos márgenes del Cañito. También se van a entregar a la comunidad, según la necesidad que tenga cada familia en su terreno y después se va a hacer un estacado en la escuela. La idea es que este estacado avance y poder cortar y sacar estacas y seguirlo haciendo dentro del Embudo”, relató Marcos a CLG.
En este sentido, explicó que “la idea es hacerlo también en la escuela del Espinillo, que está sobre el Paraná. Nos estamos poniendo en contacto con la supervisora y la directora para replicarlo. La idea es involucrar a la comunidad. También se ha bajado una bomba para que puedan regar esos árboles y, esperemos que nunca la tengan que usar para eso, pero también está por si hay algún incendio”.
Además de la plantación de estacas de árboles, Amigos del Río hizo un convenio con el Banco de Alimentos de Rosario (BAR), mediante el que cada quince días lleva alimentos a 40 familias de las tres escuelas: Leandro N. Alem, Marcos Sastre y J. Thompson. También reúnen juguetes y útiles escolares, que personalizan y entregan a cada uno de los chicos.
Finalmente, Marcos concluye: “Hay proyectos más que interesantes para el año que viene: calefones solares con reciclado, estamos buscando un nexo para agua potable y otras cuestiones para generar en la comunidad una mejor calidad de vida”.