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Amigos del Río: solidaridad del otro lado del Paraná


Por Ariana Operti

La vida del otro lado del Río Paraná puede ser muy distinta a la que transcurre en la ciudad. Más calma, menos gente, pero también distintas formas de ganarse la vida y que no siempre alcanzan. Es por ello que un grupo de amigos, amantes de ese mundo, decidió formar una organización para ayudar a quienes viven allí. Marcos Massonneau charló con CLG y explicó de qué se trata «Amigos del Río», la ONG que formaron siguiendo los códigos del Paraná.

«Nos gusta la pesca y las vivencias en el río. Una vez nos quedamos sin nafta y un pescador se cruzó y nos ayudó. Cuando le quisimos pagar para agradecerle, no quiso. Ahí nos dio a entender que el día de mañana, si pasaba algo similar, teníamos que colaborar nosotros. Es una especie de código», relató.

A partir de aquel momento, comenzaron a realizar intervenciones solidarias. «Recorrimos las escuelas y vimos las necesidades que hay. Apadrinamos a cinco». Las mismas son la nº 25 Leandro N. Alem, nº 1139 Marcos Sastre, nº 61 Francisco Ramírez, nº 45 Martín J. Thompson y la número 3, General Manuel N. Salvio.

«Las necesidades del otro lado son muchas: no tienen agua, luz, ni desagües fluviales»

Lo primero que hicieron fue llevarles ropa y «escucharlos», porque fue lo que los habitantes de las islas y los estudiantes les dieron a entender que necesitaban. «Después sí, en confianza, empezaron a abrirse más, pero nunca de manera directa», comentó Marcos.

‘Amigos del Río’ comenzó a observar cómo se vive en las islas y con una idea más completa, pudieron entender qué es lo que más hacía falta: «Las necesidades del otro lado son muchas: no tienen agua, luz, ni desagües fluviales. Viven en cabañas precarias y elevadas. Viven de la pesca, que cada vez es menos, cuidado de ganado y de casas de fin de semana. Alguno que otro tiene plan social y tiene que viajar para cobrarlo. No hay mucho más».

Además de llevarles ropa con campañas como «La del frío», aprovechan el tiempo que están del otro lado del Paraná para «jugar y hacer actividades con los chicos, y las familias».

Otra de las iniciativas de la ONG se realizó para el pasado Día del Niño, cuando llevaron juguetes a las escuelas. «A algunas todavía nos queda por ir. Tenemos ropa que nos dieron que también hay que entregarla, y la idea es no hacer tantos viajes. Además, con el río bajo, no se podía entrar a la escuela del embudo (J. Thompson)», apuntó.

«La idea es estar, ayudar en lo que se pueda y realizar nexos entre distintas organizaciones y escuelas de Rosario y las islas, para que también se colabore y se esté en contacto», manifestó Marcos.

Massonneau remarcó que, por ejemplo, el colegio San Francisco Solano realizó una colecta y a partir de ese momento, «se pasan videos entre las escuelas» y que ahora, «a modo de cadena solidaria, mandaron cartas a los chicos».

De esa manera trabaja Amigos del Río, y el objetivo principal que se plantean es cada vez poder sumar más gente para que se conozca la causa y que todo aquel que pueda colabore con ellos. «Hay muchas cosas en las que se puede estar», esgrimió Marcos.

Para conocer más sobre la ONG se puede ingresar a su página web o a través de su Facebook. También, comunicarse con Marcos (0341 – 153382066) o Claudio (0341 – 155 972124).