CLG dialogó con Marcos Massonneau, voluntario de la ONG rosarina, quien relató la situación que se vive del otro lado del río y habló sobre la colecta por el Día del Niño que se está realizando
La asociación civil rosarina Amigos del Río es una organización solidaria que lleva varios años asistiendo de distintas maneras a las familias que viven del otro lado del Paraná. Más calma, menos gente, pero también distintas formas de ganarse la vida y que no siempre alcanzan. En ese sentido, CLG dialogó con Marcos Massonneau, integrante de la ONG local, quien relató la realidad que atraviesan actualmente los isleños, aún afectados por las quemas del último año y por la extrema bajante del río.
En primer lugar, el voluntario rosarino contó el trabajo que realiza Amigos del Río, que va desde llevar útiles hasta realizar padrinazgos con los alumnos de las escuelas isleñas: «Hace un par de años atrás nos vinculamos con la comunidad de la isla porque la veíamos cada vez que cruzábamos el río y pensamos en intervenir. Automáticamente lo que hicimos fue acercarnos a las escuelas, que es el punto donde todo confluye. Hablamos con los directores y los escuchamos. Empezamos a trabajar en cosas puntuales, preguntamos quiénes empezaban las clases, los nombres de los chicos y las edades. En base a eso empezamos a trabajar comprando útiles y separándolos por nombre y edad. Desde entonces, lo mismo hacemos en cada Día del Niño y en cada Navidad».
«A medida que fuimos tomando trascendencia como asociación civil se fueron sumando socios a través de una cuota de $100 en adelante. Eso nos permitió alquilar un lugar, guardar las cosas y tener reuniones. De esa manera, además de atender necesidades puntuales, pudimos empezar a trabajar en proyectos», agregó.
Además, Massonneau explicó uno de los proyectos más recientes de la ONG, que consiste en una huerta: «En las familias isleñas el papá se dedica a la pesca o cuida ganado y la mamá se dedica a lo familiar. Entonces a partir de escucharlos a ellos decidimos apuntar a una huerta. Hicimos un convenio con Santa Fe Más y las familias que se anotaron hoy están haciendo un trabajo en una huerta en la isla. Van dos veces a la semana, se les provee las semillas, y gracias a la Fundación de la Bolsa de Comercio pudimos juntar herramientas que se están usando. Están participando unas 24 personas.
«Nosotros queremos que ellos sigan con ese trabajo para que el día de mañana esa huerta les permita tener una fuente sostenida de alimento, y si se agranda puedan venir de este lado y vender la verdura. Hoy estamos por ese camino», añadió.
Sobre la situación actual de las familias que viven cruzando el río, el referente de la ONG expresó: «Nosotros somos visitantes, los que viven ahí son ellos. La isla tomó trascendencia por la quema de pastizales del año pasado y puso en visibilidad un montón de cosas que nosotros hacemos mal. Dejamos basura o prendemos un fuego y lo apagamos mal».
Durante el 2020 las imágenes eran crudas: llamas gigantescas a metros de las viviendas de los isleños, devorando todo a su paso. Al respecto, Massonneau señaló: «Ellos se fueron reacomodando y recuperando. Sabemos cómo es, cuando la situación se visibiliza todos se movilizan, pero una vez que pasa todo vuelve a la ‘normalidad’. Necesidades hay un montón: en la isla no hay agua potable, no hay electricidad, no hay desagües, no hay un supermercado, no hay gas. Obviamente que ellos eligen vivir de esa manera, pero con las quemas y la bajante se les complica vivir».
En ese sentido, graficó la gravedad de la bajante que atraviesa el río Paraná: «La Escuela de El Embudo hoy está aislada y tienen que empezar las clases la semana que viene. Los chicos antes llegaban con canoa, hoy llegan en bicicleta o a caballo por el medio del monte. Ahora la escuela está infestada de murciélagos. La directora nos pidió por favor que los ayudemos, nosotros intentamos ponernos en contacto con la gente que corresponde pero nos dicen que no hay recursos. La Fundación de la Bolsa de Comercio se hizo cargo de los 40 metros de machimbre que se necesitaban, nosotros cruzamos el martes con frazadas y útiles, y ahora se está haciendo el mantenimiento. Si Dios quiere los trabajos se terminan el sábado y el lunes arrancan las clases».
«La gente de la isla te da lo que no tiene, te invitan un mate, te invitan a comer un pescado, te hacen sentir parte de su familia. Por eso podemos trabajar tan bien allá y por eso se sumaron tantas instituciones. Todos podemos colaborar de alguna manera, no hace falta que se crucen a la isla. Pueden colaborar con una cuota, o metiéndose en un grupo de voluntarios», destacó.
Ahora se viene una de las fechas más importantes del año para Amigos del Río, que es el Día del Niño. Es por eso que ya comenzaron a juntar donaciones: «La Familia Friulana nos trajo útiles y ropa, y se sumaron a la campaña por el Día del Niño. Estamos juntando juguetes para los 90 chicos que van a las escuelas de la isla. Pueden ser juguetes usados en buen estado o juguetes nuevos».
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Aquellos interesados en colaborar con la campaña solidaria por el Día del Niño o que deseen sumarse a Amigos del Río, pueden comunicarse a través de su Instagram o su Facebook.