“Es un gran desafío y pone en juego todo lo que hacemos desde la educación pública”, expresó a CLG el titular del Departamento de Física del Politécnico, Juan Farina
Durante todo el verano un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Superior de Rosario se estuvieron preparando junto a docentes para participar del Torneo Internacional de Física del Instituto Weizmann de Ciencias, que se desarrolla en Rehovot, Israel, entre el 7 y el 11 de abril. El Instituto Weizmann -especializado en carreras de post grado en ciencias- está ranqueado en sexto nivel mundial por su nivel de innovación. Con la Gente habló sobre el certamen y la importancia de la participación en el mismo con Juan Farina, jefe del Departamento de Física de la escuela, y con Luciano, uno de los alumnos. Ambos destacaron que se trata de un “desafío” que se tomó con muchas ganas por todos.
El torneo internacional de Física es llevado adelante por el Instituto israelí desde hace 24 años. Esta vez, la invitación llegó por parte de la Asociación Amigos del Weizmann, que tenía contacto con Farina, quien juntó a los estudiantes y les hizo la propuesta. “El torneo se denomina Safe Cracking, que traducido sería ‘rompiendo o abriendo cajas fuertes’. No en el sentido de violarlas a martillazos, sino detectando qué principios físicos están puestos en juego para lograr abrirla”, explicó el docente sobre la competencia.
En este sentido, los estudiantes no sólo tuvieron que poner en práctica sus conocimientos físicos para construir una caja fuerte, sino que tendrán que trabajar durante el torneo para lograr abrir la de los demás participantes. Farina destacó que los jóvenes realizaron esta actividad de forma electiva, por fuera del contenido curricular. En este proyecto “se ponen en juego todos los conocimientos que se van transmitiendo” y les da la oportunidad de volcar “todos los contenidos que tienen desde la física y algunas cuestiones mecánicas a la construcción de una caja fuerte”.
“Nosotros venimos participando en toda tarea científica extraescolar que se nos presente, porque es un gran desafío y pone en juego todo lo que hacemos en la educación pública, como es la del Politécnico”, expresó el titular del Departamento de Física, haciendo especial hincapié en la importancia de incentivar a los chicos y de hacerlo desde una institución pública. En este sentido, comentó que para financiar el viaje debieron contar con el auspicio de la empresa Vincentín.
Respecto a la relevancia de participar de este tipo de certámenes, Farina consideró: “Es importante en el sentido de intentar superarnos día a día. La escuela tiene un mecanismo que hace que los chicos puedan participar en este tipo de actividades. Involucrar a docentes y alumnos en enero no es sencillo. Se hace todo así, con ganas. Es apropiarse y hacer las cosas con ganas, por la satisfacción que da luego de resolver un nuevo desafío que tiene que ver con lo educativo, con las competencias con las que sale un estudiante de la escuela”.
Por eso, el docente indicó que desde el Politécnico intentan que los jóvenes reflexionen sobre la ciencia. “Lo peor que uno puede hacer en física es empezar por fórmulas, que no dicen nada. Sino entender los conceptos y luego usar la formalidad matemática para expresarlos”.
Luciano Raffagnini cumplió 18 años la semana pasada. Junto a Martín Gómez Rodríguez (18), Alejo Martín Melfi (16), Lorenzo Cabrera Blanch (16), Juan Ernesto Recoaro (18) y su tutor Emanuel Benatti, conforma el equipo que viajará a Israel en pocos días. Se trata de un grupo de jóvenes estudiantes que aman la física y que asumieron la gran responsabilidad de pasarse el verano preparándose para el torneo. “Fue un esfuerzo, pero si me preguntás si valió la pena te digo que sí. Totalmente. La pasé muy bien armando esto”, sentenció Luciano en diálogo con CLG. “Uno muchas veces lo que ve en física son las ecuaciones, que son ejercicios clásicos. En este caso era algo mucho más práctico, tenías que tomar los elementos y construirlo, enfrentarte a problemas y resolverlos. Una física experimental pura, propia”, analizó.
Al relatar el proceso que los llevará a en pocos días subirse a un avión, Luciano esgrimió: «Los primeros días lo que hicimos fue una tormenta de ideas. Fuimos tirando qué principios físicos podríamos aplicar, cómo nos convendría usar cada uno o si los podríamos usar. El desafío que tenía esta caja era que teníamos que implementar cuestiones sólo si conocíamos el principio físico detrás. No dejarlo a prueba y error. Que sea difícil de abrir”. El joven estudiante contó que hicieron una primera prueba que no resultó bien, y desarrollaron otras, que les parecieron mejores, entre las que encontraron la que van a llevar.
“Todos los principios que debatimos los habíamos aprendido en la escuela y las olimpíadas. Lo que hicimos fue profundizar un poco en exactamente por qué se producen para tenerlos bien en claro y dejarlos 100% seguros. En sí, todos los principios ya los conocíamos”, dijo Luciano sobre la preparación para el torneo. Además, contaron con la experiencia del equipo que fue el año pasado, para darse cuenta que debían complejizar algunas cuestiones que ya tenían planteadas.
En relación a la posibilidad de realizar el viaje, el joven destacó que están muy contentos de poder compartir con gente de otros lugares del mundo “con intereses similares a los nuestros o por lo menos la misma pasión por la física”. Y agregó: “Nos alienta mucho, nos llama mucho la atención”. Cabe resaltar que compartirán la competencia con estudiantes de Canadá, Rumania, Eslovenia, Gran Bretaña y el Reino Unido.
El alumno está en el último año de la escuela y al ser consultado sobre si su futuro estará relacionado a la Física, concluyó: “Este año estoy en sexto y es el último en la secundaria. Estoy en duda entre seguir Ingeniera Electrónica o Física. Las dos me llaman mucho la atención y en cierto punto se cruzan, así que elija lo que elija nunca voy a estar distanciado”.