Los datos de los nuevos valores fueron aportados por un relevamiento del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso)
Pagar un alquiler en Rosario se volvió una misión casi imposible para trabajadores y jubilados. Un reciente relevamiento del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) reveló que los precios de los contratos de locación alcanzaron cifras récord, dejando a miles de familias en una situación crítica.
Según el informe, la mediana de los alquileres de un monoambiente llegó en septiembre a $300 mil, lo que representa casi el 95% del Salario Mínimo Vital y Móvil, fijado en $322.200. La situación empeora a medida que crece la necesidad de espacio: un departamento de dos ambientes ronda los $390 mil, mientras que uno de tres ambientes se acerca a los $550 mil.
Esto significa que una familia con dos dormitorios debe destinar más de medio millón de pesos únicamente para cubrir la vivienda, sin incluir expensas ni servicios.
La escalada es alarmante: en solo un año los precios subieron entre un 66% y un 86%, cifras que superan ampliamente tanto la inflación como las actualizaciones salariales. El contraste es contundente: un jubilado que percibe el haber mínimo de $390.277 necesita destinar el 76,9% de sus ingresos para alquilar un monoambiente.
El informe del Ceso también advierte que a los valores de los contratos debe sumarse el peso de las expensas, que en promedio representan un 16,1% adicional al monto del alquiler.
En un contexto de salarios que no alcanzan y precios que no paran de subir, acceder a una vivienda en Rosario se transformó en un lujo, generando un escenario cada vez más angustiante para quienes dependen del alquiler para tener un techo.
