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Alquilar en Rosario: subas del 3,6% en julio y un departamento de un dormitorio ya cuesta $380.000


El último informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz advirtió que los valores siguen muy por encima de la inflación oficial

Los precios de los alquileres en Rosario volvieron a subir en julio, con aumentos del 3,6% en los departamentos de un dormitorio y del 2% en las unidades de tres ambientes. Así lo reveló el último informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz (Ceso), que además advirtió que los valores siguen muy por encima de la inflación oficial.

Actualmente, alquilar un monoambiente en la ciudad ronda los $290.000, un departamento de un dormitorio se ubica en torno a los $380.000 y uno de dos dormitorios supera los $500.000. Los datos muestran que el alquiler de un ambiente aumentó un 81,3% interanual, mientras que los de uno y dos dormitorios crecieron 72,7% y 78,6%, respectivamente.

Más oferta, pero sigue siendo cara

El informe destaca que la oferta de departamentos aumentó un 17,4% interanual, un dato que podría vincularse a la derogación de la ley de alquileres. Sin embargo, los valores siguen siendo difíciles de afrontar para los sectores medios y bajos.

Un trabajador que percibe el salario mínimo vital y móvil, de $317.800, debe destinar el 91,3% de su ingreso al pago de un monoambiente. Para un jubilado con el haber mínimo de $379.294, alquilar la misma unidad le significa comprometer el 76,5% de su ingreso, sin contar expensas ni servicios.

Un docente sin antigüedad, por ejemplo, gasta el 49% de su sueldo sólo en el alquiler de un dos ambientes promedio.

Sin contar las expensas

Desde Ceso también recordaron que los valores difundidos no incluyen expensas, que en promedio suman un 16,4% adicional al costo mensual. Además, señalaron que el índice oficial de contratos de locación del Banco Central muestra una suba interanual del 66,1% al 1º de julio, por debajo de los aumentos registrados en Rosario.

En un contexto de alta inflación acumulada, pérdida de poder adquisitivo y contratos sin referencias claras, el alquiler sigue siendo una de las principales fuentes de tensión económica y social para miles de rosarinos.