CLG recorrió comercios céntricos para conocer la realidad que enfrentan ante la cuarentena. Advirtieron que por falta de gente circulando las ventas disminuyeron
La pandemia del coronavirus puso en jaque a la sociedad, que tiene que permanecer en cuarentena de manera obligatoria. Además, trajo una problemática para muchos comercios menores que se ven afectados por la poca circulación de gente. CLG recorrió los locales del centro de Rosario para conocer de cerca la realidad que transitan.
Las opiniones se cruzaron entre los comerciantes. Mientras algunos sostuvieron que los vecinos se acercan a comprar, para otros la gente «se acopió de mercadería y se trabaja mucho con el débito» o «consume productos para elaboración propia» como harina, azúcar o levadura y dejó de consumir panificación, por ejemplo. «Muy flojos, últimamente no se vende, esto a raíz de la cuarentena», explicó una consultada.
En otro orden, otra mujer consultada aseguró que se incrementó la venta de chocolates y bebidas alcohólicas.
«Al haber cuarentena los negocios de paso están frenados y los vecinos se tiran más a los supermercados que venden con tarjeta», resolvió otro comerciante.
A la hora de tomar las medidas preventivas los comerciantes tienen contacto directo con los clientes y todos coincidieron que la gran mayoría respeta. «Algunos vienen con barbijos, otros no», comentó una de las dueñas de un local y otra agregó «Los clientes respetan la distancia».
«La gente que llega se queda afuera, no hace falta poner cartel ni nada, las colas que vi se respetaron las distancias», expresó uno de los vendedores de un comercio céntrico, mientras que otro añadió: «Hay que manejar la situación con mucho tacto, nosotros intentamos que no entre mucha gente al mismo tiempo».
Otra de las cadenas que involucra a los quioscos tiene que ver con los proveedores. Una comerciante expuso que todos «los repartidores vienen con barbijos y guantes y todos los pedidos se hacen vía whatsapp».
Sin embargo, los negocios se enfrentan a otra problemática que es el pago a los abastecedores: «El problema es que los proveedores cobran en efectivo».
