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Almaceneros rosarinos alertan por una caída “catastrófica” en el consumo y suba desmedida de costos


Desde el Centro Unión Almaceneros advierten que "la situación se ha vuelto insostenible"

El Centro Unión Almaceneros encendió las alarmas por la crítica situación que atraviesan los pequeños comercios de barrio, golpeados por una fuerte caída del consumo, el congelamiento de ingresos y el aumento descontrolado de los costos fijos. «La situación se ha vuelto insostenible», advirtió Juan Milito, representante del sector.

Según el dirigente, la merma en las ventas es consecuencia directa de la pérdida del poder adquisitivo en amplios sectores de la población. “Si los salarios, jubilaciones y otras remuneraciones no aumentan, lo que ocurre es esto: una baja en las ventas que no tiene señales de revertirse, sino todo lo contrario. Estamos viendo cómo la crisis se profundiza”, alertó Milito.

La ecuación, para los comercios de cercanía, es cada vez más difícil de sostener. Mientras las paritarias se actualizan lentamente, los precios de los alimentos siguen en alza. “Las actualizaciones salariales están en torno al 1% mensual, mientras que los alimentos suben 2,5% cada mes. Eso nos anticipa que julio será aún peor”, remarcó el titular del Centro Unión Almaceneros.

Además, señaló que el aguinaldo, tradicionalmente asociado al disfrute o a la compra de bienes durables, este año será destinado en su mayoría al pago de deudas, sobre todo de tarjetas de crédito. “Ese ‘gustito’ al que muchos aspiran hoy es apenas poder comer como se comía en años anteriores”, sintetizó.

A la baja en el consumo se suman los aumentos desmedidos en los costos operativos. Milito subrayó que la factura de energía eléctrica trepó más de un 450% en lo que va del año para los pequeños comercios, lo que genera una presión asfixiante sobre los márgenes de ganancia. Los alquileres también continúan ajustándose al ritmo de la inflación, dificultando aún más la subsistencia de los negocios barriales.

“La gente cada vez más opta por pagar con tarjeta de crédito, pedir que se le anote o postergar pagos. Y eso nos obliga a estar en permanente estado de alerta”, explicó. En este escenario, muchos almaceneros están trabajando al límite, intentando sostener sus emprendimientos ante una combinación de menor ingreso y mayores gastos.

Desde el sector reclaman medidas urgentes que permitan contener la crisis, aunque por el momento no hay señales claras de alivio en el corto plazo. “Necesitamos políticas concretas que contemplen la realidad de los pequeños comercios, porque si esto sigue así, muchos no van a poder seguir abiertos”, concluyó Milito.