Además, se comprobó que el sujeto amenazaba a un juez de Misiones, a otro federal de El Dorado y hasta un prefecto que participó de un operativo que frustró uno de sus encargos a Paraguay.
La Gendarmería allanó hoy la cárcel de Ezeiza en el marco de una causa en la que se investiga a un capo narco, detenido por tres homicidios, por manejar desde su celda a una organización dedicada al contrabando de drogas desde Paraguay.
Además, se comprobó que el sujeto, Néstor Fabián «El Negro» R, amenazaba a un juez de Misiones, a otro federal de El Dorado y hasta un prefecto que participó de un operativo que frustró uno de sus encargos a Paraguay.
Al «Negro», preso en el penal de máxima seguridad de Ezeiza y cuya celda fue allanada, ya se lo venía investigando e incluso tenía su teléfono intervenido porque dirigía una organización narco que trae toneladas de droga desde Paraguay hacia Argentina para ser vendida a Brasil.
El fiscal federal Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), con la Gendarmería inició una investigación a fines de 2019 por la existencia de una presunta organización criminal con asiento en Misiones, con conexiones en Paraguay y Brasil, dedicada principalmente al contrabando de estupefacientes y de armas.
Los encargos de droga eran importados desde Paraguay por agua a través del río Paraná, para luego ser llevada en embarcaciones a Brasil, y muchos de los encargos detectados tenían el sello de Primer Comando de Frontera (PCF), por lo que se sospecha que Rojas quería emular a las organizaciones dedicadas al narcotráfico Primer Comando de Capital (PCC), Comando Vermelho y Bala Na Cara, en Brasil.
Varios de los envíos de droga fueron frustrados gracias a la intervención del teléfono de Rojas, todos desde Paraguay vía barco por las aguas del Paraná, y la idea de la organización luego era llevarla en su mayoría a Brasil.
Según la investigación de los fiscales Stehr e Iglesias, la organización tenía tres formas de lavar el dinero proveniente de la droga: una era por «transferencia humana», a través de la cual Néstor lograba «sacar» del país dinero en camiones presuntamente de bandera brasilera.
Otra era la «transferencia por intermedio de casas de cambio»: llevaban el efectivo a casas de cambio ubicadas en Capital Federal y una vez efectuado el cambio de pesos a dólares, desde esas mismas entidades financieras se efectuarían las transferencias a casas de cambio asentadas en Ciudad del Este, Paraguay.
Otra de las formas era haciendo transferencias a cuentas bancarias en Brasil, donde se le atribuye a Rojas una empresa.
A partir de los allanamientos, se detuvo a gran parte de la banda y Rojas será trasladado a otro penal para tratar de anularlo operativamente, tras hallarse en su celda anotaciones vinculadas a los envíos de droga y sumas de dinero.