Productores olivícolas alertaron hoy sobre una considerable baja en la producción para la presente campaña e indicaron que la actividad se encentra «viviendo una crisis» por problemas climáticos y por la caída en las exportaciones.
«Hace varios años que venimos en el sector viviendo una crisis, por lo que muchas fincas se han levantado para dedicarse a otras actividades», aseguró a Télam el presidente de la Asociación Olivícola de Mendoza (Asolmen), Luis Armando Mansur.
Para el directivo cuyano «la producción fue disminuyendo, y a eso se le han agregado los accidentes climáticos», al señalar como ejemplo una helada registrada en septiembre que provocó «la merma en la producción para esta cosecha».
Según la entidad mendocina, actualmente se encuentran sembradas 16.000 hectáreas con olivares, mientras que la reducción en la producción podría alcanzar al 50% de lo obtenido el año pasado.
«Yo calculo un 50% menos que el año pasado, ya que se produjeron 40 millones de kilos de aceitunas tanto para aceite de oliva como para conserva, por lo que para esta campaña creo que se puedan cosechar 20 millones de kilos», indicó el presidente de Asolmen.
Mansur también explicó que la producción se destina «un 30% para el consumo interno y el 70% para exportación, pero este año, al tener una merma tan grande, se va a contar con poco saldo exportable», calculado en 12.000 toneladas.
Respecto a Catamarca, provincia que destina 12.000 hectáreas a la actividad olivícola, la caída en la producción fue calculada en un 70% con respecto al año pasado.
«La cosecha de este año fue un 70% inferior a la del año anterior», indicó el presidente de la Asociación de Olivícolas de Catamarca, Francisco Corredoira.
«Esto se dio porque el año pasado se produjo mucho y hoy tenemos el problema de las tarifas. Eso nos pegó muy fuerte», expreso Corredoir.
También agregó el productor catamarqueño que «de lo que se produce en la provincia, el 90% de las hectáreas tiene riego por goteo, por lo que hay que bombear el agua subterráneamente y la energía aumentó muchísimo».
Por el lado de San Juan, que cuenta con 15.000 hectáreas productivas, la Cámara Olivícola provincial, estimó una cosecha «de bajo rendimiento» de la que se obtendrán 45 toneladas de aceitunas destinadas a elaborar aceite y 3.500 toneladas para conservas.
Por último, en La Rioja el presidente de la Cámara Olivícola provincial, Jorge Hilal, indicó que este año «casi no hubo cosecha» y que el problema que afrenta el sector es la pérdida del mercado brasileño en manos de las aceitunas procedentes de Egipto
«La Rioja enfrenta los efectos del tratado de libre comercio firmado entre el Mercosur y Egipto, ya que desde ese país están introduciendo aceituna de mesa en Brasil a un precio muy inferior al nuestro, por lo que hemos perdido el 50% del mercado brasileño», aseguró.
Además, en las distintas provincias productoras se coincidió en que un eventual acuerdo Mercosur – Unión Europea podría sumar más inconvenientes a la actual coyuntura, por lo que reclaman evitar que tanto aceite de oliva como aceitunas en conserva, ingresen en la lista de mercaderías negociables.
La actividad olivícola local comprende principalmente dos subsectores industriales de gran importancia para el desarrollo y crecimiento de las economías regionales que con el de la elaboración de aceitunas de mesa y el de la extracción de aceite de oliva.
Ambos, históricamente, absorbieron la misma materia prima en un 60 por ciento para la producción de aceite y el resto se destinó a la elaboración de aceitunas de mesa, dependiendo de la oferta de varietales y del precio internacional de los productos, entre otras variables.