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Alerta en Entre Ríos: en una semana hay cuatro casos de dengue autóctono


La municipalidad capitalina pidió a la población que extreme las medidas de prevención para evitar la propagación tanto del mosquito que transmite el virus

La municipalidad capitalina pidió a la población que extreme las medidas de prevención para evitar la propagación tanto del mosquito que transmite el virus

Cuatro casos de dengue autóctono fueron detectados esta semana en la ciudad entrerriana de Paraná y se suman a los 18 «importados», ante lo cual la municipalidad capitalina pidió a la población que extreme las medidas de prevención para evitar la propagación tanto del mosquito que transmite el virus.

La Municipalidad paranaense informó que «en las acciones de bloqueo y búsqueda de febriles que se están realizando junto al Ministerio de Salud en la zona centro de la ciudad, se detectaron tres nuevos casos de dengue autóctono».

Estos tres afectados se suman al caso de una persona que el pasado martes había concurrido a un centro de salud privado con síntomas febriles, tras lo cual le habían diagnosticado dengue.

«Estamos haciendo las acciones que corresponden, como las medidas de bloqueo, ante casos de dengue autóctono. Para ello, la cooperación de la población es imprescindible. Es importante que al interior de cada vivienda eliminemos los posibles criaderos de mosquitos, por el bienestar de la familia propia y de los vecinos», subrayó el Gobierno local.

En ese sentido, se explicó que cuando se detecta un caso se inicia un protocolo de bloqueo sanitario en la zona, que incluye tareas de limpieza y fumigación.

De esta manera, Entre Ríos continúa en alerta por la propagación del virus, ya que también se registraron 18 casos de dengue importado: nueve en Gualeguaychú, cuatro en Diamante, tres en Concordia y dos en Paraná.

En este marco, la Municipalidad de Paraná instó a los vecinos a avanzar en la limpieza y descacharrización para evitar la reproducción del mosquito Aedes aegypti, vector de la enfermedad.

El contagio se produce cuando el insecto se alimenta de sangre de un enfermo y luego pica a otras personas.

Entre los principales síntomas se destacan fiebre alta sin resfrío; dolor detrás de los ojos, muscular y de las articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio; sangrado de nariz y encías; y erupciones en la piel.