Los abuelos de dos menores, hijas de una mujer alemana que integraba el grupo islamista radical Estado Islámico (EI) y murió en combate, reclaman a Berlín la repatriación de esas niñas que actualmente se encuentran en un campamento de refugiados en Siria. Así lo informaron el diario germano Süddeutsche Zeitung y las cadenas públicas de televisión NDR y WDR, que precisaron que los familiares de las niñas pusieron el caso en manos de un abogado para que tramite la solicitud ante la justicia del país europeo.
La madre de las dos niñas -de dos y cuatro años-, falleció en el combate por el control de Baghuz, el último reducto de la milicia radical en la región de Deir Ezzor, en el extremo oriental de Siria y fronterizo con Irak. La mujer era originaria de Baden Württemberg, el «Land» del sur de Alemania donde también viven los abuelos, informó la agencia de noticias EFE.
Las niñas quedaron en el campamento de al-Haul, en el norte de Siria, donde están hacinados unos 76.000 refugiados, entre ellos muchos menores no acompañados, señala el citado rotativo. El abogado describió como «catastróficas», ante medios alemanes, las condiciones sanitarias de ese lugar, y resaltó el riesgo de epidemia y de ser víctimas de abusos sexuales que corren las niñas.
El jurista interpuso una demanda por el procedimiento de urgencia, ante el tribunal administrativo de Berlín y aspira a la intervención del Ejecutivo para que se acelere el caso, ya que este tipo de procesos pueden demorarse hasta tres meses.
Los alemanes debaten actualmente cuál debe ser el destino de los ex militantes del EI de nacionalidad alemana y el de sus familias que puedan haber quedado en campos de prisioneros en Siria. El Ejecutivo de la canciller Angela Merkel aprobó recientemente un proyecto de ley que permitiría retirar la ciudadanía alemana a personas que militen en organizaciones yihadistas y que tengan además otra nacionalidad.
En Alemania se están desarrollando en paralelo varios procesos contra mujeres alemanas que presuntamente militaron en la milicia radical y que regresaron recientemente a su país de origen. Una de ellas, de 32 años, es viuda de un yihadista sirio, convertida al Islam, a la que se imputa haber militado en EI y que fue detenida al retornar a Alemania en 2018.
Recientemente, se abrió un proceso contra otra alemana, de 27 años y también conversa al Islam, acusada de crímenes de guerra y asesinato por omisión, por haber esclavizado y dejado morir de sed junto a su marido a una yazidí (una minoría preislámica) de cinco años en Irak.
En el norte de Siria miles de niños que son hijos de combatientes de ISIS, huérfanos o junto a las viudas del grupo permanecen detenidos en el campamento en duras condiciones y con un futuro incierto.