Este martes uno de sus trabajos, en homenaje al histórico dirigente sindical José Ignacio Rucci, será emplazado en Granadero Baigorria
Alejandro Marmo es un reconocido artista plástico argentino de los últimos tiempos. Sus trabajos más populares son las dos figuras de Evita emplazadas en el Ministerio de Salud y Desarrollo Social en la Capital Federal de la Argentina. Este martes, otro de sus trabajos, en homenaje al histórico dirigente sindical José Ignacio Rucci será emplazado en el sector parquizado de San Martín 146 de Granadero Baigorria.
Marmo, de 49 años, nació en Buenos Aires y tiene tres hijos. Su vida se originó en los suburbios, pero su arte lo llevó a lugares inesperados como Tokio o Roma. Es que su particularidad no deja de asombrar. Usa hierros muertos de fábricas vacías para crear arte. Usa material descartado y lo vuelve en un proyecto, en una figura y en una historia. Bajo ese concepto creó «Arte en las Fábricas» y a partir de ahí surgió una amistad con el que por aquellos años aún era el cardenal Jorge Bergoglio, hoy el Papa Francisco.
El artista y el Papa llegaron a hacerse amigos y terminaron escribiendo un libro juntos. En 2014, Francisco inauguró la Virgen de Luján y el Cristo Obrero, obras de su amigos personal, en los jardines de los Museos Vaticanos, a donde Marmo llegó junto a trabajadores de fábricas que lo ayudaron con las dos obras. «Nada es de descarte, todo tiene un significado dentro de la magnífica belleza de Dios», aseguró aquel día el sumo pontífice haciendo referencia al trabajo de Alejandro.
Por otra parte, fue el ideólogo y creador de la imponente figura de Evita que está estampada en el edificio del Ministerio de Salud y Desarrollo Social y que prácticamente interrumpe la avenida 9 de julio. Por aquellos años, su idea agradó a la ex presidenta Cristina Fernández y pudo ser concretada.
«Me imaginé que aquellos dos meteoritos se transformaban en algo. Y me acordé que Evita había dado el último discurso ahí. Pensé, entonces, en poner la Evita combativa del micrófono. Un delirio. Me imaginé que esos meteoritos se convertían en Evita mirando al norte: el poder del peronismo, de los sindicatos, de los derechos del trabajador, dejar esa foto ahí», contó hace un tiempo a Infobae sobre cómo surgió la idea de ese mural.