Política y Economía

Alberto Fernández pidió «no tratar como un tabú» los problemas de salud mental


El Presidente consideró "imperioso y esencial" que los gobiernos se aboquen a este tema al encabezar la inauguración de la Cumbre Mundial de Salud Mental

El presidente Alberto Fernández pidió hoy «no tratar como un tabú» los problemas de salud mental, advirtió sobre la «estigmatización» de esa problemática y consideró «imperioso y esencial» que los gobiernos se aboquen a este tema.

Fernández, junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, encabezó esta mañana la apertura de la 5° Cumbre Mundial de Salud Mental, que por primera vez se realiza en Latinoamérica, y se desarrollará entre hoy y mañana en el Centro Cultural Kirchner (CCK), en la ciudad de Buenos Aires.

«Quiero marcar que poner la atención en el tema de la salud mental es absolutamente imperioso, necesario, es un imperativo de este tiempo porque y no podemos seguir haciéndonos los distraídos. Y en Argentina eso sucedió durante mucho tiempo. Hubo cantidad de suicidios de hombres que lucharon en las islas Malvinas, en la contienda bélica de 1982. Cuando volvieron (de la guerra) no encontraron la atención suficiente y terminaron suicidados», señaló Fernández.

En ese sentido, el jefe de Estado pidió «respeto, memoria y gratitud para siempre» con quienes combatieron en las islas del Atlántico Sur.

El mandatario relacionó también la salud mental con las consecuencias sociales y sanitarias que dejó la pandemia de coronavirus, al considerar que la propagación de esa enfermedad fue «una guerra silenciosa que pudo contrarrestarse con la llegada de las vacunas».

«Vivimos en un tiempo en el cual no se dispararon armas. No se dispararon bombas, no volaron misiles, pero murieron 15 millones de personas. Fue una guerra silenciosa y se llamó pandemia y todos las secuelas que dejó han afectado la salud mental de todos nosotros en mayor o menor medida. No somos conscientes de que somos sobrevivientes de una tragedia», remarcó.

Al respecto, enumeró que ayer en el coloquio de IDEA, en Mar del Plata, mostró un cuadro donde se analizaban las causas de mortandad que Argentina ha vivido como la «gripe española, la gripe aviar, la guerra contra el Paraguay, los desaparecidos» y citó que la «suma de todo eso es igual a la cantidad de muertos que Argentina ha tenido en la pandemia».

«¿Cómo eso no va a afectar psicológicamente a una sociedad, a un ser humano. La pandemia ha generado una enorme falta de ilusión, de pronto descubrimos que cualquiera se podía morir porque no diferenciado ricos de pobres ni entre buenos y malos» y manifestó que «a todos nos ha alterado en mayor o menor medida y prestarle atención a ese problema es un imperativo ético», observó.

«Abordar este tema de la salud mental es un tema esencial para el futuro, no solo del presente» y pidió «no normalizar el problema de la salud mental como un tabú, como algo de lo que no hay que hablar, como que lo mejor es no hablarlo».

Al respecto, analizó que ha habido una «estigmatización en la salud mental» ya que «cuando había alguien con un problema» de este tipo «era absolutamente estigmatizado y ocultado».

«Los impulsó a que trabajemos en esa lógica. En momentos críticos de violencia como una guerra los conflictos de salud mental se agudizan», apuntó el jefe de Estado.

En cuanto al tratamiento de la problemática, Fernández indicó que «todos tienen derecho a tener una asistencia, que no pasa por una reclusión indigna con condiciones de abandono, hay que terminar con reclusión en pabellones».

Asimismo, el jefe de Estado explicó que la «misma familia empezaba por negarlo y el problema es que no tiene manifestaciones físicas, pero está dentro de uno y es muy dañino».

«Cuando la sociedad lo advertía, lo negaba y los tratamientos eran virtualmente inhumanos. Todo el sistema manicomial, de destrato a la dignidad humana. Se está cambiando. Los internados estaban como reclusos en pabellones, comunes, abandonados por su familias. Ese no es el tratamiento que merece un ser humano que está enfermo, ese no es el camino», indicó.

Además del jefe de Estado, hablaron Vizzotti; Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS); Robert Mardini, director general del Comité Internacional de la Cruz Roja; y Catherine Russel, directora ejecutiva de Unicef.

Vizzotti, quien habló en primer término, dijo que «es muy oportuna esta cumbre» en Argentina porque en el país «se ha iniciado un proceso de jerarquización de las políticas públicas de salud mental».

Al respecto, explicó que se ha decidido «transversalizar las políticas de salud mental en todas las políticas tanto por parte del Presidente como de todo el Gabinete» nacional.

De la Cumbre participan ministros y ministras de salud de todo el mundo, expertos y expertas nacionales, regionales e internacionales en salud mental y representantes de asociaciones de usuarios y organizaciones de la sociedad civil.

Los anteriores encuentros se desarrollaron en Europa, en las ciudades de Roma (2022), París (2021), Ámsterdam (2019) y Londres (2018).

El evento tiene como objetivo profundizar intervenciones de salud mental comunitaria en todas las políticas, incluir los servicios de salud mental y apoyo psicosocial en los mandatos y los presupuestos nacionales, desarrollar acciones que se enfoquen en el rol clave de los determinantes sociales de la salud mental y fortalecer las medidas que promuevan el acceso al sistema de salud en el marco del proceso de transformación del modelo manicomial hacia uno de base comunitaria.