El presidente reveló que el 6 y 7 de mayo se reunirá con mandatarios de Latinoamérica para avanzar en una solución conjunta ante el problema de la inflación y volvió a cargar contra el libertario Javier Milei
El presidente Alberto Fernández admitió “lo que cuesta ir al supermercado y pagar un alquiler” en la Argentina, luego de que el INDEC anunciara que la inflación en marzo escaló al 7.7%, y aseguró que mantendrá una reunión con mandatarios regionales para hacer frente al problema de conjunto.
“Todos somos conscientes de lo que cuesta ir al supermercado y lo que cuesta pagar un alquiler y tenemos que resolverlo. En un contexto muy complejo”, afirmó el presidente. Lo hizo acompañado por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, con quien protagonizó estadios de tensión al interior del Frente de Todos, y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
En la misma sintonía, reconoció decepciones en su gestión que prometió resolver y cargó contra la gestión de Cambiemos al responsabilizarlas por sentar las bases del proceso inflacionario, y por haber contraído la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Las decepciones deben haber sido muy distintas. Las decepción de los cuatro años que nos precedieron tiene que ver donde la desocupación creció, donde las pymes se cerraron, la inflación llegó al 54%, el país se endeudó como nunca antes, donde vimos fugar 23 mil millones en dos meses”, indicó el mandatario, y agregó: “Y la decepción del presente tiene que ver con que aunque hayamos creado un millón y medio de trabajos informaos y 600 mil puestos de trabajo registrado, y 30 meses consecutivos de crecimiento hay problemas que nos quedan por resolver y nos preocupan”.
Tras la tensión interna del Frente de Todos, Alberto Fernández hizo alusión al acuerdo con la entidad financiera, duramente cuestionado por el sector kirchnerista, incluido el ministro del Interior, cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, y destacó la cláusula firmada por Martín Guzmán que planteaban revisar el programa de haber alteraciones en las proyecciones producto de razones externas.
“Aunque tuvimos que asumir al problema de la deuda fuimos lo suficientemente despiertos y pusimos una cláusula en la que le decimos al Fondo que que si las condiciones económicas de Argentina que el programa proyecta por razones ajenas a la voluntad de la Argentina, entonces tendremos que repensar el programa y ese es el enorme trabajo que está haciendo Sergio [Massa] hoy en función de aquella clausula, y que una de las cláusulas del desfasaje sea el problema de cambio climático, que en la Argentina se llama sequía”, precisó.