El joven vivía en la ciudad de Recreo y tuvo fiebre, vómitos y dolor abdominal. Falleció en el Hospital de Niños de la capital provincial
El Ministerio de Salud de Santa Fe anunció este jueves que un adolescente murió por hantavirus. Según indicó la cartera sanitaria en su página oficial, el paciente, que vivía en la ciudad de Recreo, experimentó el 5 de febrero síntomas como fiebre, vómitos y dolor abdominal.
En este contexto, fue internado en la terapia intensiva del Hospital de Niños «Dr. Orlando Assia» de la capital provincial y falleció este martes como consecuencia de una insuficiencia renal aguda respiratoria.
Durante el proceso de atención, se solicitaron muestras que se trasladaron al Laboratorio Central de Santa Fe, las cuales arrojaron resultado positivo en hantavirus.
La Dirección de Prevención y Promoción de la Salud analiza al resto de los familiares, quienes estaban asintomáticos, dándose pautas de alarma para consulta precoz, al tiempo que se revisa junto a Zoonosis y la Región de Salud – Nodo Santa Fe para las acciones que corresponden al diagnóstico de situación ambiental.
Los síntomas típicos incluyen fiebre alta, dolores musculares, tos y dolor de cabeza. Después de varios días, los problemas respiratorios empeoran por lo que refuerzan la comunicación de que se trata de una infección grave.
Pese a que en muchos casos el paciente comienza a sentirse mejor en un período corto de tiempo, los expertos sostienen que también ocurre la peor parte de la infección por los problemas respiratorios que ocasiona.
Medidas para evitar la infección
Se recomienda evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas, tapar orificios en puertas, paredes y cañerías, como así también realizar la limpieza (pisos, paredes, puertas, mesas, cajones y alacenas) con una parte de hipoclorito de sodio y nueve de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar) y humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
Por su parte, los médicos aconsejan ubicar huertas y leña (a 30 cm de altura) a más de 30 metros de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 metros alrededor del domicilio.
Además, se debe ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares como viviendas y galpones ubicados en ambientes rurales y/o silvestres en zonas endémicas que hayan estado cerrados por periodos prolongados. Cubrirse la boca y la nariz con un respirador o máscara N95 antes de ingresar.
Las personas deben tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo contaminado, roedores o excretas de estos. De tener que realizarlo, realizar la limpieza adecuada previamente y cubrirse con un respirador o máscara N95.
Al acampar hacerlo alejado de maleza y basurales. No dormir directamente sobre el suelo; consumir agua potable.
Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con hipoclorito de sodio junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.
El control de roedores no es practicable en el medio silvestre por el impacto ecológico, sin embargo, debe aplicarse en áreas urbanas. Consultar en el municipio por el control integral de plagas.
Ante un caso confirmado se recomienda el monitoreo de síntomas y consulta precoz cuando lo requiera.