La cada vez más frecuente aparición de jabalíes en zonas urbanas de Bariloche llevó a las autoridades a disponer la colocación de trampas-jaulas ante la preocupación de los pobladores.
La semana pasada un grupo de jabalíes mató a un perro en el barrio Costa del Este, ubicado en las cercanías de la Terminal de Colectivos, a no más de 20 cuadras del centro comercial de la ciudad.
«Estos animales son una plaga, el problema es que en este sector no se puede cazar porque es una zona urbana», explicó el dueño del perro, Roberto Dalterio, en declaraciones al portal local ANB.
En la misma zona, poco después fue capturado un ejemplar con una trampa jaula provista por Parques Nacionales y la preocupación está centrada en que los jabalíes son una especie depredadora que se convirtió en plaga en varias regiones del país.
Estos cerdos silvestres pueden llegar a pesar hasta 110 kilos y alcanzar el tamaño de un perro de razas grande, con colmillos de hasta cinco centímetros.
El jabalí es una especie exótica que fue introducida a la Argentina por el inmigrante y aventurero vasco-francés Pedro Luro en 1905.
La especie, que puede tornarse agresiva con los humanos y no tiene depredadores naturales, es potencial transmisora de diversas enfermedades infecciosas, como la trichinelosis, la leptospirosis y la brucelosis.
Las autoridades solicitaron a la población no dejar basura o alimentos fuera de la casa, mantener cerrados sus predios y no permitir a sus mascotas deambular fuera de sus lotes.
En Río Negro existe una resolución que permite la caza control del animal, pero esta especie no suele concitar el interés de los cazadores deportivos.
Si bien no existe una estimación de cuantos ejemplares viven en la Cordillera, al menos 30 mil se cuentan en la zona de Carmen de Patagones, y en la zona atlántica de Río Negro y la provincia de Buenos Aires. En Córdoba fue declarado plaga hace años. .
Entre los efectos negativos de la presencia de este ejemplar se cuenta que pueden afectar la salud humana, los ecosistemas y el sistema productivo.
El jabalí no tiene un contrincante natural debido a su tamaño, y se reproduce rápidamente.
Desde Fauna Silvestre rionegrina se está trabajando con un grupo de especialistas en el tema para buscar alternativas de manejo que tiendan a disminuir la cantidad de ejemplares de la especie, informó el diario El Cordillerano.
Según un estudio realizado por investigadores y docentes de la Universidad Nacional de Río Negro, los jabalíes provocan dañinas alteraciones en la composición de los suelos, debido a su técnica de hozado, donde remueve las tierras con sus grandes colmillos en busca de alimento, además de competir con el ganado y fauna autóctona.
Las autoridades solicitaron a la comunidad que «ante el encuentro de ejemplares de la fauna silvestre no acercarse, ni capturarlos, y en caso que fuese necesario se de aviso a los organismos correspondientes».