Desde Coad advierten por la situación que atraviesa el sector. Este miércoles y jueves hay una medida de fuerza de docentes y no docentes
Con una medida de fuerza de 48 horas y una advertencia sobre el vaciamiento del sistema, docentes y no docentes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) volvieron a las calles este miércoles y lohará este jueves para exigir una urgente convocatoria a paritarias y la aprobación de la ley de financiamiento universitario. La crisis salarial, que arrastra al conjunto de las universidades públicas del país, ya empieza a reflejarse en un fenómeno preocupante: la salida de profesionales de las aulas. “Ya estamos viendo un éxodo de las facultades”, alertó Federico Gayoso, secretario general de Coad.
La medida de fuerza, que se extenderá hasta este jueves, es parte de un plan de lucha que se profundiza ante la falta de respuestas del gobierno nacional. “La situación es desesperante”, resumió Gayoso, y apuntó que muchos docentes universitarios hoy ganan por debajo de la línea de pobreza. Según datos actualizados, un profesor titular exclusivo, sin antigüedad, cobra poco más de $1.590.000, mientras que un auxiliar de segunda categoría apenas alcanza los $178.000 mensuales. “Estamos muy lejos de llegar a fin de mes”, advirtió el gremialista.
Los testimonios de los docentes reflejan con crudeza el deterioro de las condiciones laborales. Una profesora de Arquitectura con siete años de antigüedad no llegó a cobrar $300.000 este mes. Otro docente de Psicología, con dos títulos universitarios, percibe $264.000 por una dedicación de 10 horas semanales. Incluso quienes tienen cargos de mayor jerarquía y formación, como una profesora de Comunicación con doctorado y dedicación exclusiva, apenas superan los $1.800.000.

“Además de dar clases, los docentes investigan, publican, forman equipos, dirigen tesis. Todo eso lo financian de su propio bolsillo”, explicó Gayoso en diálogo con La Capital. En algunos casos, como en la Facultad de Ciencias Médicas, incluso con más de tres décadas de antigüedad y formación especializada, los ingresos no alcanzan el millón de pesos.
A esta realidad se suma la falta de incentivo para ingresar a la docencia universitaria. “Hay concursos que quedan desiertos, se abren convocatorias y no hay inscriptos. El salario ya no es una opción viable para muchos profesionales que antes apostaban a la universidad pública”, sostuvo Gayoso, quien calificó la situación como “un verdadero vaciamiento del sistema universitario”.
Además del paro, durante la próxima semana se organizarán campañas de recolección de firmas para respaldar el proyecto de ley de financiamiento universitario, que aún no logró ser tratado en el Congreso. Y en la semana del 23 de junio está previsto otro paro de 48 horas con marchas en todo el país.
“Necesitamos que se apruebe ya la ley de financiamiento. La universidad pública está en riesgo”, concluyó Gayoso.
