Al menos tres personas murieron entre la noche del lunes y la madrugada del martes en Río de Janeiro debido a lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra, informaron las autoridades.
Las lluvias comenzaron la tarde del lunes -tomando por sorpresa a la población que estaba volviendo del trabajo- y continuaban la mañana del martes, aunque con menos intensidad.
Un motociclista fue arrastrado por la corriente en el barrio de Gávea y otras dos mujeres fallecieron víctimas de un deslizamiento de tierra en la favela de Babilonia, en el barrio de Leme, contiguo al turístico Copacabana.
La región más afectada fue la zona sur, donde se mezclan acomodados barrios como Ipanema, Copacabana y Botafogo con favelas construidas en las laderas de los cerros.
En el barrio de Copacabana cayeron 245 mm de agua en pocas horas, mientras que la media esperada para todo el mes era de 95 mm, de acuerdo con la TV Globo.
La Avenida Niemeyer, que conecta los barrios Leblon y Barra da Tijuca, estaba cortada este martes, de acuerdo con el último balance de la Defensa Civil, que orientó a la población a permanecer en casa.
El lunes por la noche, la TV local mostró cómo algunas calles de la zona sur se inundaron de repente y el agua arrastró autos, adoquines y pedazos de asfalto.
El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, afirmó el martes que el gran volumen de lluvia fue inesperado y subrayó la falta de recursos federales para reacomodar a las personas que viven en áreas de riesgo.
«Muchas casas en la ciudad de Rio son construidas en áreas inapropiadas, en lugares donde corre agua. Eso es una tragedia y hemos intentado alertar a las personas», dijo.
Crivella informó que sirenas de emergencia fueron accionadas en al menos 15 favelas para que la población acudiera a los refugios ante el riesgo de deslizamientos. En Babilonia, donde murieron dos personas, los medidores no registraron el volumen de lluvia necesario para accionar la alarma, añadió el alcalde.
Es el segundo temporal con víctimas fatales en Rio de Janeiro en lo que va del año. En febrero, lluvias torrenciales y fuertes vientos provocaron seis muertes y dejaron a la ciudad en estado de crisis.