La ciudad de Puerto Príncipe está este lunes prácticamente paralizada por las protestas que se iniciaron el viernes en varias ciudades de Haití contra la corrupción y la impunidad, en las que se registraron al menos seis muertos y cinco heridos, según un balance provisional de la policía.
Grupos opositores, como la coalición Sector Democrático y Popular, también aprovecharon la protesta para pedir la renuncia del presidente, Jovenel Moise, quien hizo un llamado al diálogo, y también instaron a paralizar las actividades este lunes.
Si bien policía haitiana anunció en rueda de prensa su estimación de muertos y heridos, los organizadores de la protesta afirman que hubo 11 muertos y 45 heridos. Las calles de Puerto Príncipe estaban casi vacías, con escaso transporte público, y se escucharon tiros al aire en varios puntos. La situación se reproduce en varios departamentos del país, donde también hay escuelas cerradas y calles y rutas bloqueadas.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del Gobierno, Eddy Jackson Alexis, hizo un llamado a la población para acudir a las escuelas y a sus centros de trabajo, pero muchas personas han optado por permanecer en sus casas. «Es con la unión, la paz y el diálogo cómo podremos avanzar», dijo por su parte el presidente Moise, cuya renuncia reclaman algunos grupos de la oposición, en un acto institucional.
El líder opositor Jean-Charles Moise afirmó en Cabo Haitiano, en declaraciones a la prensa, que solo con la salida del presidente Jovenel Moise del poder habrá un juicio por el caso de Petrocaribe. Una investigación del Senado haitiano hizo surgir episodios de corrupción a cargo de al menos 14 exponentes de la administración del ex presidente Michel Martelly, pero ninguno de ellos fue enviado a juicio.
Haití, que es el país más pobre del continente americano, vive una fuerte crisis económica y la moneda nacional, el gourde, está en caída libre frente el dólar, mientras la inflación se sitúa en el 14 % cada mes desde el inicio del año, y hay un alto índice de desempleo.