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Ajuste previsional en Santa Fe: cada jubilado perdió hasta $1,5 millones por el congelamiento del bono


Un informe del Centro de Economía Política advierte que el refuerzo de $70 mil está congelado desde marzo de 2024 y se convirtió en una de las principales herramientas de ajuste del Gobierno nacional

Los jubilados nacionales volvieron a quedar en el centro del ajuste económico. Según un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), cada jubilado perdió alrededor de un millón y medio de pesos entre abril de 2024 y diciembre de 2025 como consecuencia del congelamiento del bono previsional.

La contadora Lucila Rivolta, integrante de CEPA, explicó los alcances del estudio en declaraciones a LT3 y remarcó que el impacto es especialmente fuerte en Santa Fe, donde una porción significativa de los jubilados depende de ese refuerzo mensual para complementar ingresos que ya resultan insuficientes.

“El bono previsional es de 70 mil pesos y está congelado desde marzo de 2024. Desde el Gobierno nacional ya adelantaron que no tienen intención de actualizarlo”, señaló Rivolta, y advirtió que casi la mitad de los jubilados del país lo perciben, ya que corresponde a quienes cobran la jubilación mínima.

Desde Cepa sostienen que, desde diciembre de 2023, los jubilados se transformaron en una de las principales variables de ajuste del Ejecutivo nacional. “La vía más clara fue el congelamiento del bono, que perdió de manera acelerada su poder adquisitivo frente a la inflación”, explicó la especialista.

En ese sentido, Rivolta precisó que si el refuerzo se hubiera actualizado siguiendo el índice inflacionario, hoy debería ubicarse en torno a los 177 mil pesos. La diferencia acumulada mes a mes es lo que explica la pérdida estimada de hasta 1,5 millones de pesos por jubilado en menos de dos años.

El informe vuelve a poner en agenda el impacto social del ajuste previsional y el deterioro de los ingresos de los adultos mayores, un sector que enfrenta mayores dificultades para afrontar gastos básicos como medicamentos, alimentación y servicios, en un contexto de inflación persistente y sin políticas de compensación.