Personajes y roles. Escenografías llenas de barricadas, escondites y muros. Guiones que respetar. También camaradería, familia, convicciones y compañerismo. Todo esto tiene la nueva disciplina. CLG dialogó con un referente de Rosario
Por Gonzalo Santamaría
Es sábado y uno de los equipos de airsoft de la ciudad practica una disciplina que nació en Asia y busca convertirse en deporte, por lo menos, en la provincia, donde ya hay 2.000 jugadores. Se plantea como una obra de teatro militar donde los ruidos son similares a un combate, pero sólo queda en eso: un juego. Réplicas, balines de plástico, personas transformadas en soldados, camaradería y solidaridad. La Comunidad Santafesina de Airsoft promueve la práctica de una actividad meramente lúdica y que crece año tras año en Argentina y en el mundo.
El airsoft se basa en cumplir objetivos a través de estrategias para así descontar jugadores del equipo contrario, o cumplir con un límite de tiempo requerido. Es un juego donde dos equipos compiten con réplicas de armas (marcadoras) eléctricas, a gas o spring, que lanzan pequeñas bolas de plástico (municiones) de no más de 8mm. y que no superan los 0,69 gramos.
Nació en 1970 en Japón debido a la restricción para portar armas con balas de plomo para los civiles, una decisión de la ciudadanía que se perpetuó luego de la ocupación aliada al país asiático, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
En Argentina existen 20 comunidades de airsoft en 18 provincias, nucleadas en la Comunidad Argentina de Airsoft que a partir de 2018 comenzó con su refundación. Actualmente, en el país se contabilizan casi 30.000 jugadores; 2.000 en la provincia de Santa Fe.
“Veníamos del paintball. Una vez nos invitaron a jugar, volvimos re entusiasmados, vendimos todo y nos pasamos”, contó Fernando «Valdy» Yovaldi, vicepresidente de la Comunidad Santafesina de Airsoft y capitán del equipo Iron de Rosario. No es un detalle menor que provengan del paintball, ya que el airsoft comparte cuestiones como las distancias de juego y las réplicas muy reales de armas de guerra.
La invitación que torció el destino de Fernando y los suyos vino de Vikingos, otro equipo de la ciudad, hace siete años. Y además del entusiasmo, la diferencia en los costos que surgían de cada partida de paintball en comparación con los que se deben destinar a los de airsoft también fueron otro buen argumento para cambiar la modalidad: “Gastábamos de 5.000 a 8.000 pesos por fin de semana. Una locura”.
De hecho, sólo con la venta de la marcadora de paintball, «Valdy» compró la réplica para airsoft (rondaba los 17.000 pesos en 2014), una pistola (alrededor de 5.000 pesos), ropa (chaqueta, pantalón, lentes para prevenir altos impactos, casco, rodilleras, coderas y máscara, con una base de 6.000 pesos) y municiones (cerca de 500 pesos), el único elemento de la lista que debe comprarse más de una vez.
El realismo que se vive en una partida de airsoft también fue determinante para cruzarse de vereda. Lo que más les llamó la atención a los integrantes de Rosario Iron de este juego es la táctica, pensar más los movimientos y cuidar más el cuerpo porque las distancias son más precisas que en el paintball. Luego, como todo juego, se aprenden las reglas básicas.
Se puede jugar de distintas modalidades, dependientes de si es en campo abierto o cerrado. Es un juego de aventuras en el que se mezclan conceptos como carrera al aire libre, carrera de orientación, disparo de precisión, estrategia, organización y esfuerzo.
Existen numerosos tipos de partidas de airsoft pero casi todas ellas se pueden tipificar en alguno de los tres siguientes grupos:
- MilSim o Simulación Militar: los jugadores intentan utilizar las tácticas y el estilo de las unidades militares, y el juego es habitualmente estratégico, como Defender la Base, Atacar la Base, Búsqueda y Destrucción o similar.
- TacSim o Simulación Táctica: es la simulación de situaciones tácticas. Las escaramuzas estilo SWAT (equipos policiales especiales) son un tipo de TacSim.
- Lúdico: se juega más por diversión que por otra cosa. Dentro de un mismo equipo, los miembros pueden optar por seguir coordinación táctica, pero también pueden elegir jugar individualmente, o no siguiendo un orden establecido; intentando lograr el objetivo marcado, pero de una forma menos “táctica”.
El guión del juego
Las sensaciones del airsoft, según Fernando, son adicción, adrenalina y relax. Aunque algo contradictorias entre sí, las justificó: “Estás todo el día pensando en esto, hay mucha adrenalina y te sirve como un relax. Te descargás, te desligás del trajín de la semana”.
Sin embargo, la actividad tiene mucho de “pacto de caballeros” y las reglas del juego prevalecen en el inconsciente de cada jugador. De hecho, una de las reglas básicas y fundamentales es la prohibición del consumo de drogas o alcohol 12 horas antes de cada partida.
“Cuando vemos que hay algo fuera de lugar cantamos la baja los dos (levantan la mano y quedan fuera de ruedo) y volvemos a jugar”, detalló «Valdy», y agregó: “Cada vez que te pegan, por más que sea mínimo el roce, no tiene sentido no cantar la baja porque sabemos que siempre vamos a volver a jugar”.
El juego se divide en táctica, divertimento, amistad y camaradería. Fernando explicó: “El buen jugador, más allá de lo táctico, debe funcionar en equipo. Lo primero es que la gente se conozca, se lleve bien y colabore. Después, en la parte del juego, que haga las cosas bien y respete las reglas”.
Los jugadores de airsoft se califican como patriotas. Llevan la bandera de Argentina y de cada provincia en su ropa y lo primero que se iza en una partida es la bandera nacional, que le da pie a la insignia que representa a cada equipo. Para «Valdy», la gente que practica este deporte “no es cualquiera”: “Se buscan personas con ciertos valores a la hora de formar un equipo”.
Asimismo, no quiso correr el eje del deporte que se basa en el honor, caballerosidad y compañerismo: “Nunca hay que olvidar que es un juego”, simplificó el presidente de la Comunidad Santafesina.
Los equipos se diferencian por la indumentaria y depende de cada grupo. Aunque hay salvedades ya que desde la Comunidad Santafesina se dispuso que ningún traje puede tener la misma ropa que el Ejército Argentino, es decir, el multicam.
“Otra vez te vas a los tiritos”
Generalmente, las tardes de los sábados son los momentos elegidos para ir a jugar. Ya sea en un campo abierto o cerrado, cada fin de semana que se desarrolla esta actividad se escucha la misma frase en la casa de cada jugador: “Otra vez te vas a los tiritos”.
«Valdy» respondió con ironía que “si jugara al fútbol, faltaría más en casa”, pero luego se pone serio y refuta: “Conocés mucha gente y la camaradería hace que el juego quede en segundo plano”.
“Tenemos gente de distinta profesión. Yo soy tatuador, otro trabaja a la mañana de traje y los sábados vamos a jugar”, expresó entre risas el capitán de Rosario Iron, para recalcar la heterogeneidad en los grupos de airsoft.
En las partidas, cuando surge la posibilidad, los jugadores de airsoft le dan prioridad a poder dar una mano con partidas solidarias. Esto se concreta con la invitación a un equipo a un juego amistoso y como forma de “pago” se lleva un alimento no perecedero, frazadas o colaboraciones.
“Hemos colaborado con escuelas, con el Hospital de Niños y muchas veces acompañamos a los ex combatientes de Malvinas”, esgrimió Fernando, quien aseguró que las ayudas las hacen en forma desinteresada sin buscar ningún tipo de reconocimiento.
Para el próximo Día de las Infancias, la Comunidad Santafesina tiene pensando realizar partidas solidarias el 22 de agosto donde se recolectan juguetes para donar al merendero «Ayudar es Vivir» de Magaldi al 9800. «Valdy» aseguró que aunque las partidas dependan de las habilitaciones y las restricciones sanitarias, la campaña solidaria se realiza de igual forma.
Durante la pandemia, los grupos que practican esta disciplina estuvieron «parados» de abril a septiembre del 2020, luego, con idas y vueltas, pudieron volver a los cinco campos habilitados en Rosario.
Es por ello que el airsoft busca convertirse en deporte o que se reglamente como actividad en la provincia, aunque por ahora eso está en veremos.
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¿Qué dice la norma?
El airsoft no es considerado un deporte a nivel nacional y allí está la controversia. Córdoba, una de las sedes más importantes de la disciplina en Argentina, fue la primera provincia en tener una legislación al respecto: en marzo del 2019 se comenzó a considerar a la actividad como deporte extremo a nivel provincial. En Santa Fe, por ahora, esta medida se hace esperar, pero en contrapunto con la comunidad vecina se busca que el airsoft sea deporte sin ser considerado extremo.
Sumado a ello, en Argentina hay una ley por la cual no se puede mostrar armas o réplicas en las vidrieras de los locales, y mucho menos mostrar las marcadoras en público (aunque los juguetes que ejecutan balines están a la vista de todos), algo que dificulta conseguir equipos para jugar.
A mediados del 2020, la Comunidad Santafesina logró su personería jurídica, es decir un respaldo legal y así llegar a niveles nacionales. De todas formas, hace varios años entre las asociaciones de la Comunidad Argentina se juega con un reglamento unificado.
Para el vicepresidente de la Comunidad Santafesina el objetivo de ser deporte es claro: “Nos beneficiaría en conseguir lugares aptos con un buen nivel de seguridad. Tener escuelas para enseñar el deporte y para árbitros. Además, se pelearía para tener un aporte del Estado o, por lo menos, las instalaciones”.