Según los datos manejados por los astrónomos de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del telescopio espacial Hubble de la NASA para calcular la masa de la Vía Láctea, nuestra galaxia pesa unas 1,5 billones de masas solares en un radio de 129.000 años luz desde el centro galáctico.
La cifra es mucho más concreta que las que hasta ahora se manejaban y que oscilaban entre los 500.000 millones y los tres billones de veces la masa de nuestro Sol. Unas cifras cuya disparidad se debía a los diferentes métodos de medida con los que los astrónomos distribuían la materia oscura, responsable del 90% del peso de la Vía Láctea. A pesar de décadas de esfuerzos, incluso las mejores estimaciones variaban demasiado entre sí.
Resuelven un misterio en el centro de la Vía Láctea
«Es que no podemos observar directamente la materia oscura», explica Laura Watkins, la jefa del equipo de astrónomos responsable de haber analizado la Vía Láctea y astrónoma en el Observatorio Europeo Austral (Alemania). «Es lo que nos ha llevado a que sea tan complicado medir la masa de la Vía Láctea: ¡no puedes medir correctamente lo que no ves!».
Por eso el equipo tuvo que sacarse de la manga un método mucho más inteligente: medir la velocidad de los cúmulos globulares —conjuntos esféricos de estrellas que orbitan el núcleo de la galaxia como hacen los satélites—. Como explica Wyn Evans, profesor de astrofísica del Instituto de Astronomía de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), cuanto más pesa una galaxia, más rápido se desplazan los cúmulos globulares por el efecto de su gravedad.
Así que el equipo utilizó los datos publicados el 25 de abril del 2018 por la misión Gaia como base para su estudio. Y es que la misión fue diseñada para crear un mapa tridimensional de los objetivos astronómicos que pasean por la Vía Láctea y, de esta forma, seguir sus movimientos. Esos datos incluyen también las mediciones exactas de los cúmulos globulares en un radio de 65.000 años luz de la Tierra.
Los astrónomos logran demostrar el movimiento de la materia oscura
A estos datos el equipo añadió los del Hubble. Estos permitieron añadir al estudio los cúmulos globulares débiles y distantes —más difíciles de localizar sin el telescopio— en un radio de 130.000 años luz de la Tierra. Y como el telescopio observó algunos de estos cuerpos durante una década, el equipo pudo seguir de cerca su velocidad.
«Al combinar las mediciones que la misión Gaia había hecho de 34 cúmulos globulares con las de otros 12 del Hubble, pudimos precisar la masa de la Vía Láctea de una manera imposible hasta ahora», explica Roeland van der Marel, del instituto de Ciencia de Telescopios Espaciales (EEUU).
La cantidad de materia oscura presente en una galaxia y su distribución están estrechamente ligadas a cómo se formaron y se desarrollaron los demás cuerpos en el Universo. Así que conocer la masa de la Vía Láctea nos permitirá entender mejor el lugar que ocupa nuestra galaxia en la inmensidad del espacio, según los astrónomos.