Especialistas aseguraron que insisten en que el asma, una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias, inclusive en su estadio más severo se puede controlar y las personas pueden vivir sin síntomas ni de día ni de noche, ni tener episodios de crisis.
Por tal motivo, los expertos destacaron que las personas con asma pueden llevar una vida plenamente normal realizando todas sus actividades habituales.
Para reforzar este mensaje en la comunidad, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), con el apoyo del laboratorio Novartis, lanzó una campaña en redes sociales bajo el lema «Respirar bien para vivir mejor», tanto en Facebook, como en Instagram y Twitter, incluyendo un video.
https://twitter.com/twitaamr/status/1062381815904768002
«Se estima que la mitad de las personas con asma no están diagnosticadas. Asimismo, la prevalencia de esta enfermedad en nuestro país es cercana al 9%, lo que representa alrededor de 4 millones de argentinos», detalló Hugo Neffen, miembro de la AAMR y Director del Centro de Alergia, Inmunología y Enfermedades Respiratorias de Santa Fe.
Algunos de los síntomas que podrían indicar la presencia de esta enfermedad y que ameritan la consulta con el especialista son tos seca persistente, silbidos al respirar y recurrente falta de aire.
Por otro lado, el asma puede empeorar ante ciertas situaciones, como el ejercicio, la exposición a alérgenos (ácaros, hongos o pólenes) o factores irritantes como cambios de clima, vapores químicos, gases o polvo.
Aunque no existe una cura, con un diagnóstico y tratamiento adecuados, y manejando los factores sociales y ambientales que empeoran los cuadros, se podrían evitar las crisis, mejorando la salud y la calidad de vida.
«Hay quienes niegan su enfermedad y suspenden el tratamiento para sentir que ya no están enfermos. Sin embargo, las manifestaciones del asma persisten y se acostumbran a vivir con ellas. El umbral de percepción sube y los síntomas tendrán que ser cada vez más severos para que la persona los reconozca y haga algo al respecto», explicó Daniel Buljubasich, médico neumonólogo y presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.