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Afirman que la migraña es una «enfermedad solitaria extraordinariamente discapacitante»


La española Patricia Pozo-Rosich, secretaria honoraria de la Sociedad Internacional de Cefaleas, dijo a Télam que se trata de una pandemia silenciosa porque no tiene la consideración que debería y no se destinan los recursos necesarios para su investigación

La migraña es como una «enfermedad solitaria» porque el paciente que sufre ataques «tiende a aislarse, lo que le provoca la sensación de estar solo», y puede causarle depresión y es «extraordinariamente discapacitante», afirmaron especialistas.

La española Patricia Pozo-Rosich, secretaria honoraria de la Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS por sus siglas en inglés), dijo a Télam que se trata de una «pandemia silenciosa» porque no tiene la consideración que debería, y no se destinan los recursos necesarios para su investigación.

La especialista realizó estas declaraciones en el marco de la primera Conferencia Regional sobre Dolor de Cabeza se llevó a cabo la semana pasada en la Universidad Torcuato Di Tella, donde neurólogos e investigadores de Latinoamérica se reunieron para discutir sobre esta problemática que, aseguraron, afecta todas las edades.

En su ponencia, Patricia Pozo-Rosich definió a la migraña como una «enfermedad solitaria» porque el paciente que comienza a tener un ataque de migraña tiende a aislarse, lo que le provoca la «sensación de estar solo», y puede causarle depresión y otros tipos de trastornos.

«Los pacientes están escondidos y no tienen voz, a diferencia de las enfermedades raras, que cuentan con mayor visibilidad», dijo en su presentación.

Pozo-Rosich indicó que en el mundo se estima que «mil millones de personas padecen de migraña, y al menos 82 millones de personas están teniendo migraña en este preciso momento«.

En diálogo con Télam, la neuróloga explicó que la palabra cefalea significa dolor de cabeza, y que una persona puede padecer de dolores de cabeza secundarios, esto quiere decir dolores, por ejemplo, producto de una fiebre o de un golpe.

«La migraña es una enfermedad en donde ocurren ataques episódicos y recurrentes en donde durante uno o tres días estás totalmente fuera de control. El cerebro se apaga, en esos días no puede pensar», explicó.

La migraña puede estar acompañada por una serie de síntomas adyacentes al dolor de cabeza, como la molestia a la luz (fotofobia), los ruidos (fonofobia), provoca náuseas, vómitos, a veces incluso vértigo, entre otros síntomas.

«En la población general está la cefalea que se denomina de tipo tensión, que son tipos de migrañas leves. Lo que ocurre es que sólo los más graves piden ayuda», detalló.

La migraña es una enfermedad que afecta a todas las edades, pero sobre todo a mujeres entre 15 y 55 años, es decir en la edad fértil de la vida de una mujer.

«Las estadísticas dicen que un 15% de personas a nivel mundial padecen esta enfermedad, y afecta en un 8% a los hombres y un 18% a las mujeres», señaló.

Asimismo, la especialista detalló que la migraña es una enfermedad «extraordinariamente discapacitante», y es la primera enfermedad por años perdidos en discapacidad.

«Discapacidad significa que ese día la persona no puede hacer nada de su actividad personal, profesional, familiar o social, y el hecho de que esto vaya ocurriendo de forma impredecible a lo largo del tiempo, si hacemos la sumatoria, la suma total de todos los días en los que uno no es capaz de hacer algo es enorme», explicó.

Además, especificó que para considerarse una persona con migraña es necesario haber tenido al menos cinco ataques a lo largo de la vida, y no uno: «Cuando se producen repetidos en el tiempo es migraña, y la diferencia es que es más que un dolor de cabeza, es una enfermedad impredecible».

La especialista explicó que el problema fundamental de la migraña es que genera «poca empatía» por parte de la sociedad que tiene que invertir para la investigación de esta enfermedad.

«El problema es que el mundo se mueve por las enfermedades que tienen miedo de tener o que tienen miedo que los mate, y como no mata entonces un poco da igual», afirmó.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la migraña es la octava enfermedad más discapacitante a nivel global.

Por su parte, María Teresa Goicochea, jefa de Clínica de Cefaleas del Fleni, explicó a Télam que «llamamos cefalea a todo dolor que es en el cráneo, abarcando la cabeza, cara y estructuras de la cabeza. Cualquier dolor que se localice en esa área».

Goicochea indicó que el paciente tiene que tener en cuenta el tipo de dolor que siente (pueden ser dolores opresivos, latidos, eléctricos), considerar la duración de los dolores (minutos, horas o días), en qué situaciones se presenta, la localización (en toda la cabeza, detrás del ojo, en la parte posterior), si interrumpe el sueño, y en el caso de las mujeres, si aparece durante o vinculado al período menstrual.

«El paciente debe consultar a su clínico informando qué está pasando y sus síntomas. En caso de que sea necesario se deriva al neurólogo y si quedan dudas se deriva a un especialista en cefalea. Lo que no debe ocurrir es vivir con el dolor de cabeza o aceptar que son ‘normales'», explicó.

Según la especialista, en la actualidad es necesario difundir y educar a la población respecto de las migrañas, como así también en el ámbito médico, para diagnosticar y tratar de manera correcta una cefalea.

«Cuando hablamos de migraña hablamos de una enfermedad neurológica y no solo de una molestia. Es por esto que es necesario validarla y no minimizarla porque genera una discapacidad significativa durante los ataques que compromete el funcionamiento de la persona», concluyó la especialista.

Por último, Pozo-Rosich sostuvo que es necesario «cambiar el paradigma del tratamiento de la enfermedad» ya que no tiene sentido esperar a que los pacientes se encuentren «muy mal» para recién entonces darles un tratamiento e intentar que vuelvan a la «normalidad».

«El reto actual es que se visibilice más la enfermedad y sobre todo se dé acceso a tratamientos de forma precoz antes de que la enfermedad se convierta en algo indomable, crónico y extraordinariamente discapacitante», concluyó la neuróloga.