La frontera terrestre entre Brasil y Venezuela ya está cerrada, afirmó este jueves el gobernador del estado brasileño de Roraima, Antonio Denarium, poco después de que el presidente Nicolás Maduro anunciara que prohibía, a partir de las 20, las salidas y entradas en el sur venezolano y el norte amazónico brasileño.
«Tuve informaciones de que cerraron la frontera con blindados cerca de las 15 horas», dijo el gobernador, del oficialista Partido Social Liberal del presidente Jair Bolsonaro.
Denarium se encuentra en Brasilia conversando con el gobierno nacional y los jefes militares para preparar la entrega, el sábado, de lo que ha denominado ayuda humanitaria para entregarla al antichavismo, una operación liderada por Estados Unidos y también acompañada por Colombia.
El gobernador dijo que la ayuda puede entregarse incluso con la frontera cerrada debido a que es un paso fronterizo seco.
«Tenemos poco más de 1.800 kilómetros de frontera seca, tenemos un gran número de venezolanos en la zona de frontera, otros que viven acá. Son más de 5.000 venezolanos en Boa Vista y en la ciudad de Pacaraima. Viven como refugiados. La ayuda puede entregarse de nuestro lado de la frontera», explicó el gobernador a medios brasileños.
Horas después, el vocero presidencial Otavio Rego Barros informó que la situación en la frontera es de normalidad y que ya hay un avión en Porto Alegre listo con ayuda humanitaria para ser trasladada a la zona fronteriza de Roraima.
«El gobierno brasileño no identifica, en este momento, la posibilidad de fricción en la región (fronteriza) porque es un punto central para la ayuda humanitaria», explicó el vocero.
En una conferencia de prensa, Rego Barros explicó que los medicamentos y los alimentos serán transportados por aire hasta las ciudades de Boa Vista y Pacaraima y, después por tierra, con camiones brasileños hasta la frontera. Desde allí, la posta la tomarán camioneros venezolanos.