"Creo que se logró avanzar en una transformación cultural", dijo a CLG el director de la Cátedra del Agua de la UNR, Aníbal Faccendini
El agua es un derecho humano, no una mercancía. Es la defensa de la vida, la dignidad y el reconocimiento de los pueblos. Y en el año 2019, aunque parezca increíble, todavía hay que luchar para garantizar el acceso libre, ilimitado y gratuito a este elemento indispensable.
En este sentido, el director de la Cátedra del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Aníbal Faccendini, se reunirá este miércoles con la intendenta Mónica Fein, con el objetivo de que cada vez más establecimientos gastronómicos cumplan con la ordenanza que determina que los bares de la ciudad deben garantizar la jarra de agua potable en las mesas para consumo, entre otros ejes que forman parte del proyecto “Ciudad Amable”.
“Si bien falta, creo que se logró avanzar en una transformación cultural, puesto que hoy más de la mitad de los locales de la ciudad, el 60%, está adherido al Derecho a la Jarra de Agua. De igual forma le vamos a pedir el Estado municipal que sea garante y controle el cumplimiento total de la ordenanza”, explicó Faccendini en diálogo con CLG.
El titular del grupo de estudios multidisciplinarios explicó que más allá de este punto, desde la cátedra trabajan en otras iniciativas que hacen a la “sociología de lo cotidiano”, y subrayó que “en los detalles está la universalidad”.
“También vamos a pedirle a la intendenta que se cumpla plenamente con el derecho a los sanitarios libres para que todos los ciudadanos en situación de transeúnte puedan acceder a realizar sus necesidades fisiológicas en entidades públicas y privadas con atención al público”, agregó.
Además, el programa “Ciudad Amable” contempla la inclusión de más bebederos públicos y jarras de agua en escuelas de Rosario. “Pediremos que se incorpore un bebedero cada 150 metros, y más con estas temperaturas. También que a los jubilados que tienen que hacer largas colas para hacer un trámite se les asegure el acceso”.
Según explicó Faccendini, otro de los pilares sobre el que se tratará de avanzar es la facilitación del desplazamiento en la ciudad. “En un año la gente pierde 20 días por la mala gestión de los tiempos. Y por eso en este sentido solicitaremos que se cumpla la ley de tiempo de espera en bancos, por ejemplo, o que el sistema ¿Cuándo llega? funcione con mayor eficiencia”.
El especialista puso de relieve que estas transformaciones “son fundamentales para bajar los niveles de violencia urbana”. Y concluyó: “Los conflictos siempre van a existir, pero logrando que los vecinos se sientan más a gusta en su ciudad y consigo mismos lograremos evitar llegar a desenlaces violentos y todo se solucionará de mejor manera”.