"A pesar del esfuerzo por sostener el tipo de cambio oficial, no se ha logrado contener los precios mayoristas que siguen creciendo al 60% interanual", analizó Focus Market
El congelamiento de precios «por fuera de un plan de estabilización no es sostenible» y «lo más probable es que genere una aceleración inflacionaria aún más alta, una vez que finalice», en un contexto en el que además las restricciones para importar también podrían poner más presión a los aumentos, estiman consultoras en diversos informes.
Los últimos datos del INDEC señalaron que, tras cinco meses en baja, la inflación cobró impulso en septiembre y registró un aumento del 3,5%, con lo que la medición anualizada trepó al 52,5%, en medio de la preocupación oficial.
«A pesar del esfuerzo por sostener el tipo de cambio oficial, no se ha logrado contener los precios mayoristas que siguen creciendo al 60% interanual», analizó Focus Market.
De ese modo, sostuvo que esa situación «deja un colchón inflacionario para los precios minoristas para los próximos meses».
«Las restricciones para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios por parte de los importadoras tampoco es una buena noticia porque la falta de insumos y materias primas elevan los precios de la oferta disponible de las empresas antes de liquidar su stock o directamente dejan líneas de producción paradas sin poder realizar la entrega de los bienes finales terminados aumentando los precios de los únicos disponibles en los comercios», alertó el director de la consultora, Damián Di Pace.
Por su parte, Analytica manifestó que «en julio, la inflación acumulada alcanzó el objetivo anual que había proyectado el Gobierno» y sin embargo, «no modificó su estrategia para resolver el problema».
«Por el contrario, se inclinó por profundizar un diagnóstico basado en comportamientos sectoriales», remarcó.
Así, señaló que «un congelamiento de precios por fuera de un plan de estabilización no es sostenible».
En ese contexto, pronosticó que «lo más probable es que genere una aceleración inflacionaria aún más alta una vez que finalice».
«La inflación en la Argentina tiene múltiples causas y el comportamiento del tipo de cambio una de las principales», puntualizó.
La consultora afirmó que ello «se refleja de forma explícita al analizar la suba en el precio de los alimentos, uno de los principales motivos de la nueva medida del equipo económico».
«Hace varios años que el aumento en el precio de los alimentos es superior al del nivel general», apuntó.
En ese sentido, aseguró que hay dos impulsos para la suba relativa del precio de los alimentos: el salto en el tipo de cambio real bilateral con Estados Unidos entre el segundo trimestre del 2018 y el tercero del 2020 y la suba en los precios internacionales de las materias primas.
«Al cuantificar el impacto de cada impulso, la diferencia es muy grande. El precio de los alimentos en la Argentina es cuatro veces más sensible al tipo de cambio que a los precios internacionales», indicó.