Economistas alertaron sobre la situación y señalaron que el país tiene uno de los menores índices de cantidad de pequeñas y medianas empresas
La escasez de divisas es el principal problema para lograr el crecimiento en la Argentina, advirtieron este jueves economistas durante un encuentro organizado por ACDE, la entidad que engloba a directivos de empresas cristianos.
El ex ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay coincidió en que el faltante de dólares es el principal problema para resolver en el país.
«Cada vez que la economía crece, hay una diferencia entre la elasticidad de importaciones y exportaciones», explicó.
Dijo que «el crecimiento lleva a problemas de la balanza comercial y eso, según como estemos integrados al mundo, genera primero una devaluación y después una crisis, o primero una fuga de capitales y después una crisis cambiaria, posiblemente bancaria, y con impactos tremendos en todo el tejido social».
Prat-Gay sostuvo que en la Argentina «aspiramos a mucho más de lo que somos capaces de producir», en un panel en el que disertó junto con el ex titular de ANSeS Emilio Basavilbaso y la economista de la Universidad del CEMA Diana Mondino, sobre «Desarrollo económico inclusivo».
«Hay una aspiración social incompatible con la capacidad de producción. Por eso en Argentina hay siempre un desequilibrio cambiario: porque el tipo de cambio que equilibra lo social es mucho más bajo del que equilibra lo externo y productivo», sostuvo.
Consideró que «la única manera de ordenar esto es con consenso, que permita vislumbrar el futuro en un reparto justo de los consensos y beneficios».
Por su parte, Mondino consideró que en el mundo se avanza hacia una «descentralización de la toma de decisiones».
Pero cuestionó que en la Argentina «todavía se toman decisiones que abarcan a todo un sector o actividad, en forma centralizada por alguien sentado en un escritorio».
Mondino lamentó que aún «en muchísimas áreas se tiene prohibido trabajar. Estamos en una situación completamente absurda, donde tenemos atada a la cama a la mitad de la población».
«Nos quejamos de la pobreza, de la falta de incentivos y educación, pero nos olvidamos que necesitamos que Argentina pueda trabajar», señaló.
En tanto, Basavilbaso destacó la necesidad de «insistir con la educación para el trabajo».
Consideró relevante «trabajar en recuperar entre todos el trabajo formal».
Advirtió que «la crisis del Covid 19 fue diferente a otras que tuvimos en la Argentina, donde los asalariados informales fueron los más castigados».
Alertó que la Argentina tiene uno de los menores índices de cantidad de pequeñas y medianas empresas cada 1.000 habitantes de la región.
Basavilbaso, quien también es consultor del Banco Mundial, sostuvo que el país tiene «14 pymes cada 1.000 habitantes, mientras que Chile tiene 58 y Uruguay 48».
«Uno de los caminos para que haya crecimiento económico es favorecer a las pymes», señaló.