Los jubilados registraron en lo que va del año una pérdida del poder adquisitivo del 3,86 por ciento y se encaminan a cobrar menos que en diciembre de 2015, según un informe privado.
El sondeo argumentó que «el principal problema es que se genera un atraso entre que se produce el aumento de los precios y se traslada la medición a los jubilados».
En ese sentido, señaló que el Gobierno nacional «aplica desde marzo la nueva fórmula de movilidad para las jubilaciones compuesta en un 70% de la variación de precios que informa el INDEC y el 30% de un índice salarial publicado por la secretaría de Seguridad Social denominado RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables)».
El trabajo elaborado por el Estudio Tróccoli, especializado en derecho previsional, calculó así que «la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados en lo que va del año es del 3,86%».
Advirtió, además, que si 2018 finaliza con una inflación del 30%, «los jubilados cobrarán 8% menos que en diciembre de 2015».
Indicó que la fórmula originaria del Ejecutivo hubiera dado «una movilidad del 29,65%, contra un 28,83% de la actual».
«La fórmula anterior hubiera pagado mejores jubilaciones durante el año, más allá de igualar los haberes a diciembre», evaluó.
Insistió, de ese modo: «En el esquema actual, los precios suben durante nueve meses y en marzo se paga solo la medición de julio a septiembre del año anterior».
«El último aumento que recibieron los jubilados antes del cambio de fórmula fue en septiembre de 2017, desde entonces hasta hoy, las jubilaciones subieron solo un 11,4%», alertó.