El aislamiento obligatorio generó la disminución en una enfermedad que afecta a unos 130 mil argentinos cada año
La pandemia de coronavirus y el aislamiento obligatorio generó la disminución de los controles para prevenir el cáncer de piel, una enfermedad que afecta a unos 130 mil argentinos cada año pero que tratada a tiempo tiene un índice de sobrevida del 99% en algunos casos, advirtieron especialistas.
Al celebrarse mañana el Día Mundial del Cáncer de Piel, profesionales advirtieron la necesidad de continuar con los controles ya que “la pandemia perjudicó notablemente el diagnóstico y tratamiento de los tumores primarios”.
Dardo Etchichury, cirujano plástico y Subjefe de la Unidad de Oncología Cutánea del Instituto Alexander Fleming, destacó que “hemos visto tumores más avanzados que lo habitual, sobre todo en los adultos mayores que fueron quienes estuvieron más tiempo bajo aislamiento”.
En este aspecto precisó que “aquellos pacientes que ya habían sido tratados y se encontraban bajo seguimiento, la conectividad permitió algún tipo de contacto y eventual intervención”.
Carolina Spinelli, dermatóloga de la Unidad de Oncología Cutánea del Fleming, explicó que “es el dermatólogo quien lo detecta mediante la inspección y realización de dermatoscopia manual, la cual nos permite observar estructuras de la piel imperceptibles al ojo humano”.
Etchichury explicó que los tumores de piel no melanoma más frecuentes son el carcinoma basocelular y el espinocelular.
Dependiendo del grado de invasión, “los tratamientos oscilan desde métodos de destrucción local a técnicas quirúrgicas más complejas como la cirugía de Mohs, que alcanza tasas de curación del 99%”.
Explicó que algunas personas tienen un mayor riesgo de melanoma que otras. Por ejemplo los pacientes con antecedentes familiares que han tenido melanoma o si han tenido ciertos lunares anormales en el pasado. Y añadió que “entre las familias predispuestas al melanoma debido a mutaciones genéticas, la incidencia es 21 veces mayor, presumiblemente debido a una interacción entre el aumento de la exposición al sol y la mutación genética predisponente”.
Indicó que las terapias dirigidas, que tienen indicación en carcinoma de células basales y melanoma, “también tienen tasas de respuestas entre 40% y 70%, aunque en el caso de melanoma, se individualiza su indicación considerando las características biológicas del tumor”.
La especialista señaló que pese a las novedades y al desarrollo terapéutico reciente, “las prácticas preventivas resultan claves ya que las oportunidades aumentan en los casos con detección más temprana”.