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Acoso escolar: «Para muchos divertirse es burlarse de otros”


Arístides Álvarez, presidente de la ONG "Si nos reímos, nos reímos todxs", dialogó con CLG sobre bullying, acoso en redes sociales, pedofilia y pornografía infantil

Por Diego Carballido

«Para muchos divertirse es burlarse de otros. Si el chiste causa gracia no importa que otra persona salga lastimada». La frase es de Arístides Álvarez, presidente de la ONG «Si nos reímos, nos reímos todxs», quien lo dijo en diálogo con CLG.

Álvarez es el referente de este espacio que aborda la visibilización de problemáticas como el acoso escolar, identificado como bullying, el acoso en las redes sociales o cuestiones más complejas como la pedofilia y la pornografía infantil.

“Desde hace diez años que me desempeño como director del instituto de zona oeste, una escuela secundaria y de nivel superior ubicada en Santa Fe al 4800 y desde mi tarea como docente, y luego como directivo, siempre me preocupó la vulnerabilidad que tienen los chicos en las redes sociales junto con los conflictos en el aula», indicó.

Durante el año, dicha ONG realiza actividades que ayudan a concientizar: «Ya realizamos dos jornadas este año. El 5 de abril hicimos una jornada de prevención de conflictos donde abordamos el acoso escolar -bullying-, el ciberacoso, el acoso laboral y la inteligencia emocional. Y el pasado 2 de mayo estuvimos en la plaza Pringles en el Día Internacional de la Lucha contra el Bullying», dijo Álvarez, quien agregó que también realizan mesas de diálogos en coordinación con el Ministerio de Educación de Santa Fe, al igual que realizan actividades en Entre Ríos y Córdoba. «Recién el año pasado se sancionó una ley provincial contra el acoso escolar. A nivel nacional, existe una legislación desde el 2013 sobre la convivencia escolar. Es una norma excelente, pero que las jurisdicciones provinciales no se adhirieron».

“Si nos reímos, nos reímos todxs” realiza un trabajo constante con diferentes ámbitos como las escuelas, los municipios y los clubes. La ONG está conformada por un equipo de profesionales especializados entre los que se encuentran docentes, psicólogos, médicos pediatras, psiquiatras, psicopedagogos y abogados, que son acompañados por padres y ex alumnos. “Es un espacio abierto donde permanentemente se suma gente”, aclaró Álvarez.

El acoso en época de redes

«Lo que sucede en las redes sociales es el reflejo de la carencia de valores que existen en la sociedad. Cuestiones como el respeto, saber pedir disculpas y aceptarlas, la empatía para ponerse en el lugar del otro o la solidaridad son cuestiones que se deberían traer desde la casa. Si esos valores no se refuerzan en las escuelas, al llegar a la adultez se complican mucho más», explicó Álvarez, quien afirmó que «las redes sociales te dan impunidad» y por eso «no se mide el impacto o el efecto que producen» en la persona que resulta acosada.

Según su experiencia, una de las principales razones por las que se produce el bullying es «porque no se aceptan las diferencias» ya sea físicas, de nacionalidad o alguna otra característica que nos diferencie del resto.

Para que el acoso se produzca tiene que existir una ausencia pedagógica o la intervención de un adulto. «En general, son personas que tienen la autoestima baja y no tienen la capacidad de pedir ayuda cuando los humillan, ya sea por temor o por vergüenza», indicó, y agregó: «Suelen ser chicos sobre protegidos con poco diálogo con sus padres».

«Los acosadores también son chicos que viven situaciones de violencia o de ausencia en términos de afectos y confianza de parte de los padres. No saben cómo relacionarse y encuentran en la violencia como forma de comunicarse», detalló Álvarez, al explicar las partes que intervienen en el acoso, a quien hay que agregarles los “espectadores” o personas que no se involucran bajo la lógica del conocido “no te metás”.

Signos que deben llamar la atención

Las personas que sufren acoso en sus respectivos ámbitos manifiestan determinados signos. “En general están temerosos, tristes, no quieren ir a la escuela, se aíslan, cambian sus hábitos de alimentación, baja el rendimiento escolar o no participan de los eventos de la vida social», dijo Álvarez, y recomendó que «lo primero es abordar el problema donde se produce, ya sea en la escuela o en un club. Hablar con los adultos a cargo. Luego, desde la asociación los escuchamos y tratamos de hacer el nexo con las instituciones ofreciéndoles ayuda con nuestros profesionales especializados en el tema. Fundamentalmente hacemos asesoramiento y contención».