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Acoso en Newell’s: el árbitro Bustos se negó a firmar un juicio abreviado


 

El ex árbitro Martín Bustos se negó a firmar un acuerdo de juicio abreviado por el delito de grooming en perjuicio de un jugador de fútbol de las inferiores de Newell’s que él mismo había firmado y negociado con la Fiscalía, informaron fuentes judiciales.

Bustos permanecerá detenido en Rosario en esa causa, por la cual el 6 de septiembre se realizará una audiencia de prórroga de la prisión preventiva, dijeron a Télam voceros del caso.

A la vez, el ex árbitro enfrenta un proceso previo por corrupción de menores en la provincia de Buenos Aires.

Bustos se presentó este miércoles con su defensor oficial a una audiencia de homologación de un juicio abreviado que él mismo había firmado, por el que se declaraba culpable de delito de grooming (engaño pederasta a través de Internet) a cambio de una reducción de la pena.

Voceros judiciales indicaron que el mismo había sido acordado entre el defensor del ex árbitro de fútbol y la fiscal de Delitos Sexuales, Carla Cerliani.

Sin embargo, al presentarse ante la jueza Silvia Castelli, Bustos se negó a rubricar el acuerdo de juicio abreviado.

Ahora, el ex árbitro deberá enfrentar el 6 de septiembre una audiencia de prórroga de prisión preventiva, que le había dictado por 90 días el 6 de junio pasado.

Ese día la fiscal Cerliani acusó a Bustos de grooming en perjuicio de un adolescente, a quien contactó por Whatsapp mediante engaño haciéndose pasar por masajista deportivo.

Según la acusación, Bustos comenzó a enviarle mensajes al adolescente desde el 24 de mayo último y hasta el 6 de junio, cuando debían encontrarse en un departamento de Rosario que el ex árbitro contrató mediante la modalidad de alquiler temporario.

Cerliani explicó que el acusado cambió su identidad por la de Martín Lucero y se hacía pasar por «masajista deportivo», ofreciendo ese servicio.

El adolescente, que vive en la pensión para juveniles de Newell’s, puso en conocimiento al coordinador del club, Juan Carlos Pagliarechi, quien pactó el encuentro en el que Bustos fue arrestado.

Pagliarechi radicó la denuncia en el Ministerio Público de la Acusación (MPA), que intervino para detener a Bustos en un departamento de Santa Fe 3278 de Rosario.

La fiscal dijo que el acusado contactó al adolescente «sabiendo que era menor de edad, presentándose con otra identidad para el engaño y con una profesión que no ejerce», además de utilizar medios digitales.

Cerliani explicó que esos elementos constituyen las conductas típicas del delito de grooming, con el «fin de lesionar la integridad sexual del adolescente».

Bustos «le dijo que atendía a varios deportistas de Rosario, que le iba a decir cuando viniera así podía probar sus masajes», sostuvo la fiscal, quien agregó que también «le pedía datos de sus compañeros».