La nueva formación de Los Abuelos de la Nada está plagada de integrantes que están ligados, directa e indirectamente, con la historia grande del popular grupo liderado por el recordado Miguel Abuelo
Aunque una primera mirada superficial no permita encontrar a ninguno de los nombres relacionados con la etapa más exitosa de la banda, la nueva formación de Los Abuelos de la Nada está plagada de integrantes que están ligados directa e indirectamente con la historia grande del popular grupo liderado por el recordado Miguel Abuelo.
Allí aparecen piezas claves como su director musical, el tecladista Juan del Barrio; el legendario guitarrista Kubero Díaz; el saxofonista Jorge Polanuer; y el vocalista Gato Azul Peralta, único hijo del fundador de la banda fallecido en 1988.
Además, entre los invitados al concierto del próximo 27 de marzo, en el porteño Teatro Ópera, estarán los guitarristas Gustavo Bazterrica, figura central en la época más exitosa del grupo; y Gringui Herrera, autor de clásicos como «Tristeza de la ciudad» y co-autor junto con Andrés Calamaro de «Así es el calor».
Pero para marcar la importancia de los actuales miembros en la historia de Los Abuelos de la Nada es preciso repasar el devenir del grupo y el rol de cada uno de ellos.
El grupo tuvo una breve pero determinante aparición en escena en los inicios del rock argentino, a finales de los `60, con una formación que incluyó figuras que iban a hacer historia en el movimiento, como Pappo y el baterista Pomo.
Tras una década de exilio en Europa de Miguel Abuelo, con un notable disco editado en Francia, el grupo regresó en 1981 en su etapa más exitosa, con Andrés Calamaro, en teclados; Gustavo Bazterrica, en guitarra; Cachorro López, en bajo; Daniel Melingo, en saxo –luego reemplazado por Alfredo Desiata-; y Polo Corbella –fallecido en 2001-, en batería.
Tras la edición de los taquilleros discos «Los Abuelos de la Nada», en 1982; «Vasos y besos», en 1983; «Himno de mi corazón», en 1984; y el vivo «Los Abuelos en el Ópera», en 1985; y clásicos como «Mil horas», «Sin gamulán», «No se desesperen», «No te enamores nunca de aquel marinero bengalí» e «Himno de mi corazón», entre otros, la formación se desintegró.
Inmediatamente, Miguel Abuelo armó una nueva base con Juan del Barrio, Kubero Díaz, el bajista Chocolate Fogo, Polo Corbella, y Willy Crook –luego reemplazado por Polanuer-, en saxo.
La sorpresiva muerte de su líder puso un freno al proyecto que, tras la edición de «Cosas mías» preveía una conquista del mercado latinoamericano.
Tal como se señaló antes, la nueva versión del grupo presenta como líder a Del Barrio, quien no solo fue parte de la última etapa con Miguel Abuelo, sino que fue uno de los nombres, junto con el de Calamaro y Alejandro Lerner, que sonó en 1981 como posible miembro; además de colaborar en vivo en distintos shows de aquella exitosa etapa.
También aparecen Kubero Díaz, mítico guitarrista que integró La Pesada del Rock and Roll y que colaboró con Miguel Abuelo en su disco solista «Buen día, día», además de ser parte del grupo en la última etapa.
Polanuer también proviene de esos años en que el proyecto quedó trunco, al igual que el bajista Chocolate Fogo, sobrino de Miguel Abuelo, quien iba a participar de esta etapa pero falleció en junio pasado, luego de una larga lucha contra un cáncer.
Completan el nuevo combo, Sebastián Peyceré, destacado baterista que integró Dulces 16 y la banda de Edelmiro Molinari, entre otras agrupaciones, y que participó de una breve reunión de Los Abuelos en los `90; el bajista Alberto Perrone; y Frankie Landon, de Los Heladeros del Tiempo, quien comparte las partes vocales con Gato Azul Peralta.