Franco Ezequiel D.M. tenía 16 años cuando salió a defender a sus padres del ataque de una patota y mató a Lucas Matías Pinto. El hecho ocurrió el 1º de mayo de 2016 en un Fonavi de zona oeste.
En un primer momento, el joven fue declarado penalmente responsable de homicidio agravado por el uso de arma de fuego con exceso en la legítima defensa. Ahora, revocaron ese fallo y el chico, que ya tiene 18 años, fue absuelto por la justicia.
Los camaristas Javier Beltramone, Georgina Depetris y Gustavo Salvador dictaron por unanimidad la absolución entendiendo que la conducta del muchacho «se encuentra amparada en una causa de justificación y determinada por la legítima defensa no sólo de su vida, sino la de su familia».
En su declaración ante la Justicia de Menores, Franco admitió que disparó en un contexto de defensa de su familia, que estaba siendo atacada por al menos cuatro individuos. La víctima era Lucas Matías Pinto, de 28 años, quien recibió un balazo calibre 22 en la frente.