El Tribunal de El Salvador absolvió este lunes a la joven salvadoreña Evelyn Beatriz Hernández, quien había sido acusada de homicidio agravado por la Fiscalía general de su país y enfrentaba una condena de 30 años de prisión. La salvadoreña estuvo encarcelada 33 meses y en febrero de este año obtuvo la libertad condicional.
La Fiscalía, que había pedido 40 años de prisión para la joven, no logró acreditar el dolo, por lo que la defensa de la joven se basó en el artículo 7 del Código Procesal Penal, que dicta que, en caso de duda, el juez debe considerar lo más favorable al acusado.
En las afueras del Centro Judicial Integrado de Ciudad Delgado, donde Evelyn recibió el fallo, grupos defensores de derechos humanos y movimientos feministas se manifestaron en apoyo a la joven y celebraron su absolución.
Evelyn quedó embarazada a los 17 años debido a una violación. El 6 de abril de 2016 se encontraba en su vivienda cuando se desmayó del dolor. Estaba sufriendo un parto espontáneo, momento que se enteró que se encontraba embarazada.
Cuando fue trasladada por un familiar al Hospital Nacional del municipio de Cojutepeque (este) fue denunciada ante las autoridades por el médico que la atendió, según señalaron sus abogados.
Desde entonces se inició un proceso judicial en su contra en el que la Fiscalía General de El Salvador buscó imponer 40 años de cárcel contra la joven acusándola de «homicidio agravado», que después modificó por el delito de «comisión por omisión» (cuando el acusado omite hacer algo en protección de otro).
Evelyn fue sentenciada a 30 años de prisión en julio de 2017, pero su juicio fue reabierto el 15 de agosto de este año, luego que el pasado 26 de julio, el juez Jurado Martínez diera esa fecha para la nueva audiencia, en vista de que el 15 de ese mismo mes, el proceso se declaró «en receso» porque un testigo no se presentó.
El juicio tuvo que ser repetido luego que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia anulara la condena de 30 años impuesta a Hernández.
Este caso generó interés entre la prensa internacional y los movimientos feministas, que acompañaron a Hernández en los procesos legales y que exigían su libertad ante una condena que consideran injustificada.
Hernández se mostró muy emocionada y dijo que ahora sus metas son continuar estudiando y “salir adelante”. “Gracias a Dios se hizo justicia. Todo este tiempo fue duro porque me acusaban de algo de lo que yo era inocente (…) espero que muchas muchachas (mujeres condenadas por abortar) salgan pronto (de la cárcel)”, expresó la joven.