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«Abriremos fronteras para que miles y miles de personas vengan a Uruguay»


Luis Lacalle Pou, quien asumirá el próximo domingo como presidente uruguayo, pretende que el vecino país sume más habitantes para agrandar la "base de consumo"

Luis Lacalle Pou, quien asumirá el próximo domingo como presidente uruguayo, pretende que el vecino país sume más habitantes para agrandar la «base de consumo»

El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien asumirá el próximo domingo, aseguró que abrirá las fronteras para que «miles y miles» de extranjeros se instalen en su país, que necesita «más habitantes» para agrandar la «base de consumo».

«Tenemos una clara determinación con el equipo económico de abrir nuestras fronteras para que miles y miles de personas vengan a residir en nuestro país», señaló el líder de centroderecha en diálogo con CNN.

Además, sostuvo que generará condiciones económicas para que esas personas se radiquen en Uruguay, y que buscará cambiar las reglas fiscales y legales actuales, como reducir el capital y los días de permanencia en el país requeridos para obtener la residencia.

En esa línea, Lacalle Pou afirmó: «No se trata de convertirse en ningún tipo de paraíso, ni cosa rara, simplemente bajar los requisitos. Necesitamos un país con más habitantes, donde se venga trabajar, a invertir, a agrandar nuestra base de consumo».

En cuanto a su decisión de no invitar a su asunción a líderes de izquierda de Venezuela, Cuba y Nicaragua, el mandatario electo uruguayo ratificó que eso no significa un corte de relaciones diplomáticas.

«Vamos a invitar a las delegaciones diplomáticas establecidas en nuestro país», explicó, y añadió que la decisión «es un mensaje de un posicionamiento, sobre todo con respecto a Venezuela y su régimen».

Días atrás, Lacalle Pou había declarado al respecto: «No estoy dispuesto a que en nuestra asunción esté el dictador Maduro. Es una decisión personal, de la cual me hago cargo. Esto no es Cancillería, esto no es protocolo, esta es mi persona que tomó esta decisión».

Y añadió: «Una cosa no quita la otra. Que uno tenga relaciones comerciales por el interés nacional es distinto a valorar que se violentan y violan los derechos humanos, entre otros países en Venezuela».