Por Mario Luzuriaga
La Trova Rosarina está de festejo. Es que se cumplen 35 años de la primera actuación de este grupo de músicos locales que integraron Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Adrián Abonizio, Raúl Goldín, Fito Páez, Jorge Fandermole y Lalo de los Santos, que se hizo escuchar y sus canciones traspasaron fronteras.
Gracias a ellos Rosario se convirtió en una gran cuna artística y dio nacimiento a otros grandes talentos. Hoy en día estos poetas siguen dando que hablar debido a sus últimas presentaciones como en Cosquín y el teatro Colón.
En esta edición de la Feria Internacional del libro de Rosario, se presentará «La Rosa Trovarina», que cuenta las historias de este grupo tan querido.
La presentación será este miércoles a las 18.30 y estará presente Adrián Abonizio, quien dialogó con CLG.
—¿Cómo te encuentra la llegada de este libro?
—Era una espera anunciada porque hace 10 años que estamos trabajando para eso. Iba a salir en formato de fascículo, pero terminó siendo un libro.
—¿Qué historias se va a encontrar el lector?
—Se va a encontrar con unas crónicas de vida que no son historia pura, en sentido de fechas. Sino que se va a encontrar con crónicas en forma poética de los sucesos. Es una especie de libro aventura, donde te cuenta la historia del Soldado Desconocido, la batalla y las historia de los generales, todos. Porque contamos los que estuvieron arriba, abajo, al costado, los que estuvieron transmitiendo eso fuera de las fronteras y el por qué de que mucha gente se tiene que ir porque no está protegida en la ciudad, la colonia en que vivimos, el por qué de irse a Buenos Aires, todos los problemas financieros y políticos que hubo. Después de casi 40 años seguimos tocando esa música que valen la pena.
—A pesar de todo pudieron seguir adelante.
—Sí, pero al margen de la gente que nos ayudó en todo, no quiero pecar de falsa humildad, pero hay que ser valiente para hacer todo esto. Uno dice «qué maravilloso» o «qué simpático lo que hacen», pero hay que tenerlas bien puestas; no cualquiera está aguantando mucho tiempo en condiciones adversas, cuando vos eras el enemigo número 1 y es un trabajo muy remoto. Es un salto al vacío, en donde te puede ir muy mal que directamente desaparecés en el aire. Los valores que tenemos los ganamos peleando.
—¿Te gustó el regreso que se dio durante este año?
—Sí, ahora en vez de cigarrillos intercambiamos pastillas para la presión (risas). Decidimos estar juntos y terminará cuando dejemos de existir. El que lo quiera continuar que lo haga y el que no, no importa. No hay que arrepentirse de nada de lo que uno hizo, salvo algunos discos que no estuvieron buenos. Pero es meritorio de haber llegado a lanzar 300 discos.
—¿Te hubiese gustado rehacer esos discos que no te gustaron?
—Sí, me gustaría, pero acá está todo muy mal organizado como habitualmente es el tercer mundo, pero hoy por hoy, hay una cierta independencia para grabar. Antes vos firmabas un contrato con una productora y les quedaba la cinta para siempre.
—Seguramente será un momento para recordar buenos momentos.
—Sí claro, pero sobretodo pasamos muchos momentos de lucha. Por suerte hemos llegado con algunos podios, justamente viendo el partido de Champions League escuché que la gente del Liverpool cantaba un tema de Fito. Son las paradojas de la vida que en esa ciudad en donde nació la música beat, estén coreando esa canción.