El cantante hará el próximo sábado a las 21 su primer recital pago por streaming. El audio se podrá escuchar por Radio Nacional
Abel Pintos concretará el sábado a las 21 su primer recital pago por streaming que, además, ofrecerá su audio a través de Radio Nacional en una propuesta en la que, debido al contexto pandémico, el popular compositor y cantante avisa que hará foco “en la canción propiamente dicha y no en todo lo que pasa alrededor”.
En una entrevista con Télam, Pintos apunta que “el streaming viene a ser un nuevo formato de concierto y no una manera de emular un concierto en vivo que es imposible de igualar y es una experiencia única, mágica y metafísica que sucede cuando compartimos todos juntos en un mismo lugar”.
“A este streaming no llego con pretensiones de show, tengo otros objetivos y busco provocar otras cosas. Ya de por sí estoy excitado con la posibilidad de volver a tocar con mis amigos, con mi banda”, especifica acerca de la experiencia que el hacedor de una discografía con 11 títulos compartirá con el septeto que lo acompaña.
Abel cantará secundado por Ariel Pintos (guitarras y coros), Marcelo Predacino (guitarras, coros y dirección musical), Alfredo Hernández (teclados y coros), Alan Ballan (bajo y coros), Ervin Stutz (trompeta), Carlos Arin (saxo) y José Luis “Colo” Belmonte (batería) para un recital que, adelanta, “tendrá canciones de distintas épocas y los últimos lanzamientos”.
Así el repertorio del recital, al que podrá accederse en imagen y sonido adquiriendo el pase en www.livepassplay.com o en transmisión libre a través de Radio Nacional, sumará versiones en vivo de “Cien años”, “Quiero cantar”, “Y la hice llorar”, “El hechizo” y la flamante “Piedra libre” que compuso para su primer hijo Agustín, que nacerá en dos meses.
—¿Te inquieta pensar que tu hijo llegará a este mundo en estado crítico?
—Días atrás un buen amigo me preguntaba a qué mundo me gustaría que viniera Agustín y yo le decía que precisamente a este, porque en definitiva es utópico pensar en un mundo perfecto. Las cosas que todos experimentamos, las ideas que formamos, las cosas que elegimos y rechazamos, las que nos ocupan, las que nos preocupan y las que ignoramos son las herramientas con las que nos construimos. Agustín vendrá a esta mundo y como lo hicimos nosotros curtirá las distintas experiencias y se irá formando sus ideas para encarar las acciones que vayan ordenando lo que está desordenado.
—De todos modos una pandemia como la que nos asola no es un asunto menor…
—Lo que más deseo es que este tiempo sea una anécdota que yo le cuente a mi hijo y que Agustín no me la pueda creer. Pero luego estoy de acuerdo con la frase que dice que “el mundo no es lo que es sino lo que uno ve” y ahí entran en juego las herramientas que le permitan ver un mundo que con sus pro y sus contras pueda resultarle un lugar agradable. Yo de hecho trabajo todos los días desde mi lugar para que el mundo sea un lugar más agradable.
—¿Es también por este contexto que decidís hacer un streaming?
—Los conciertos que hice en Obras (en octubre de 2018) los transmití por Facebook, pero para hacer streaming los músicos vamos a tener que ponernos más creativos para capitalizar lo que este formato nos brinda y yo voy a seguir utilizándolo para cierto tipo de concepto o contenido ya que si uno va a hacer un concierto con las mismas intenciones con que sale a hacer un recital tradicional te vas a encontrar con un paredón.
—¿Cómo surgió la idea de transmitir gratis por Radio Nacional?
—Me toca recorrer muchas ciudades y pueblos donde la TV y la radio siguen siendo los medios de comunicación con el resto del mundo y por eso decidimos hacerlo en conjunto con la radio y porque además el acento estará puesto en lo sonoro. Yo agradezco el gesto muy grande de parte de Radio Nacional y de su director Alejandro Pont Lezica que en cuanto le comenté la idea puso a disposición la transmisión pese a que yo le advertí que mis conciertos son largos y que vamos a tocar dos horas por lo menos.
—¿Pese a este impulso seguís considerándote un artista apegado al vivo?
—Sin duda. Soy un músico construido a base de conciertos. Mucho antes de tener discos exitosos tuve conciertos exitosos. Y más te digo: puedo vivir sin hacer discos pero no sin hacer conciertos y ojalá pudiera vivir sin hacer streaming.
—¿El coronavirus frustró la salida del disco de estudio con el que pretendías volver a bateas después de “11” (2016)?
—Tengo la ilusión de seguir esperando un poco y adelantando canciones hasta que el panorama sea un poco más claro y tengamos la posibilidad de salir a defenderlo en gira promocional y en gira de conciertos.
—Pasados casi 10 meses de haber plasmado el proyecto sinfónico “Universo Paralelo” ¿Qué balance hacés de esa apuesta?
—Resultó muy bien y generó exactamente lo que queríamos generar, la sensación de que sea una pieza única dentro de toda una trayectoria y un portal a un universo paralelo del que aprendí muchísimo en ese viaje.
—En aquel momento inscribiste “Universo Paralelo” en un proceso de abordar distintas ramas del arte, entre ellas la literatura ¿Avanzó ese plan?
—Se abrió un nuevo portal que es el de la producción de nuevos artistas. Estamos componiendo y produciendo los discos de Fabricio Rodríguez y Sebastián Garay y si Dios quiere pronto voy a tener constituida una estructura, un sello y una editorial para soportar el nuevo proyecto que para mí es un nuevo espacio de aprendizaje. Voy a ser productor de discos porque ellos me van a permitir producir sus discos.